TOP TEN 907

Quedó mal en el centro de la escena. El intendente GAP lo acusó de ser el responsable de la debacle del EMHSA y el sanatorio Belgrano. Respondió en conferencia de prensa aduciendo ser poco menos que el mejor de la cuadra. Quería visibilidad política… Hay que tener cuidado con los deseos.

Muchacha confundida. Fue funcionaria de Perogrullo/Cospelito, y ha sabido gozar orgásmicamente del presupuesto público dando rienda suelta a su devaneo de izquierdas (por cierto, raro cuño para esta hija de un empresario que amasó su patrimonio importando motos niponas). Por los pianitos de lo esquizoide.

Perogrullo a full: se chocó la crisis sanitaria provocada por el cierre casi al unísono de dos clínicas en MDP y atinó, como es de estilo y hábito en él, a perorar sin sentido ni conocimiento alguno sobre qué hacer o cómo hacer para ayudar al prójimo. Le haría bien un baño de silencio, si es que igual no va a hacer una p… cosa.

Auténtico hijo de Perogrullo, parla que te parla, hace anuncios sobre y de la nada misma. Quizá buen médico, pero como funcionario no da la nota ni el piné, y se vuelve esperpéntico a la hora de explicar el porqué de las cosas.

Ha sido siempre un charlista de todo y al respecto de todo, un efectista. Recordar aquel “hay que dejar de robar por dos años, y salimos adelante”. Es obvio que en verano, al margen del golf, se aburre. Don Juan Carlos de Borbón le diría: “hazme el favor, cállate”. Y sí, Luis, dale. Te estarías y nos estarías haciendo un enormísimo favor.

Histórico puntero peronista, jugó para todos por tres décadas, siempre en segunda línea y manejando gente a su antojo, como señor feudal. Ahora en escena, poniendo la jeta y haciendo de inocente actor menor. Cuánta caradurez.

Tuvo la oportunidad de alertar sobre lo que se venía en las clínicas ahora cerradas. Salió con una patotita a tocar el bombo por la calle en tanto hablaba incansablemente por celular a risa partida. Patético.

Dio en la matadura: “la crisis de salud en Mar del Plata es una interna del FPV”. Y claro, los actores comen todos en el mismo espacio y se sirven del mismo plato, el presupuesto público que pagan los vecinos, contribuyentes, pacientes abandonados a su suerte.

Se dice de él que es el número trece, el voto que le falta al Intendente para hacerse del manejo del Concejo Deliberante en fecha próxima. Pasado el Carnaval y ya sin careta, Fiorini marcharía a la presidencia del Concejo con los votos de AM y el FPV. Hablando de golpes…

Fue el sueño de su vida adulta: presidir el Concejo Deliberante. Si la conspireta en marcha cierra, el sueño tendrá su fin. Sólo el paño verde podrá compensar tanta angustia.