“El delito es alteración del objeto de prueba”

Claudia Ferrero, representante de la Asociación de Profesionales en Lucha (APeL), Claudia Ferrero, habló esta mañana en la 99.9. Se refirió al inicio del juicio contra el perito Roberto Locles, acusado de alterar el estado de la bala con la que mataron a Mariano Ferreyra durante una junta pericial. “Creemos que fue una acción dolosa, porque el perito Locles ingresó a la causa de la mano de un abogado, Gustavo Igounet, que representaba a Fernández, uno de los miembros de la Unión Ferroviaria”, remarcó.

Claudia FerreroLa causa por la muerte de Mariano Ferreyra sigue develando hechos que, con el desarrollo del juicio, empiezan a ser visibles. En la jornada de hoy, se iniciará un procesamiento contra el perito Roberto Locles, acusado de modificar una de las pruebas claves dentro de la investigación.
Al respecto, habló esta mañana en la 99.9 Claudia Ferrero, de la Asociación de Profesionales en Lucha (APeL), explicando que “la causa surge de una junta pericial en el marco del juicio por la investigación del asesinato de Mariano Ferreyra. Esa junta debía definir si la bala que impactó fue por rebote o de forma directa; en ese momento, Locles tomó el proyectil y lo golpeó reiteradamente sobre la mesa justo en la parte que era objeto de estudio”.
Como en la reunión había otros colegas de Locles, empezó a gestarse la causa que hoy está en juicio: “esto se efectuó ante otros peritos, tanto de parte como policiales. Se labró un acta y se indicó que se había modificado la zona de estudio, iniciándose la causa penal. El delito es la alteración del objeto de prueba, que tiene una pena de hasta cuatro años y doble de inhabilitación”.
La parte que Ferrero representa está convencida de que fue un acto intencional: “creemos que fue una acción dolosa porque el perito Locles ingresó a la causa de la mano de un abogado, Gustavo Igounet, que representaba a Fernández, uno de los miembros de la Unión Ferroviaria. Por las escuchas telefónicas, lo que se devela es que Igounet trabajaba para la Unión Ferroviaria, que era quien le pagaba. Eso fue acreditado en la causa por el crimen de Mariano Ferreyra. Por eso creemos que fue con intención la alteración de la prueba; sobre todo por el lugar donde fue modificado”.
Esto formaría parte de una estrategia reiterada por parte de la defensa. “La idea fue, siempre, plantear la posibilidad de que Ferreyra había fallecido por un rebote de un proyectil disparado por un compañero. Estaban tratando de armar esa teoría”, puntualizó la abogada.  Teniendo en cuenta que, según Ferrero, hay antecedentes de accionares similares por parte del perito, el pedido en esta causa en particular es claro: “lo que ahora buscamos es que se culpe a Locles, porque no es la primera vez que ha sido acusado de alterar las pruebas. Es importante contar con peritos confiables para ambas partes. Ya era bastante desprolijo de por sí el sistema para que haya peritos inescrupulosos que, por un pago, modifiquen pruebas que después no se pueden volver a conseguir”.