Acoso y derribo

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La acción continua, sistemática y bullanguera que lleva adelante el Sindicato de Municipales de nuestra ciudad, de consuno con los concejales de AM y la cobertura mediática de los mismos medios que articularon la diatriba en contra del actual intendente, pone a un sector de la población en entredicho con la realidad.

Esto ocurre en parte porque hay actores públicos recién llegados a la escena que aún no manejan el escenario público, y por la característica multicasual de la alianza hoy en el poder comunal. En España, luego de la elecciones que llevaron al poder a José María Aznar en 1998, el ex director de ABC, José María Anzón, señalaba, al tiempo que confesaba: “Había que terminar con Felipe González, ésa era la cuestión. Al subir el listón de la crítica se llegó a tal extremo, que en muchos momentos se rozó la estabilidad del propio Estado. Eso es verdad. Tenía razón González cuando denunció ese peligro…, pero era la única forma de sacarlo de ahí”. Anzón apuntaba que, de no haber hecho González las cosas de ese modo, se habría mantenido en el poder por treinta años.
No es la misma situación, pero hay días en que la gestión de Carlos Fernando Arroyo parece envejecer como si sufriera de progeria política. Las acciones del Sindicato de Municipales liderado por Antonio Gilardi empujan permanentemente el conflicto: este pasado viernes hicieron una protesta en donde destacaba como líder la concubina del ex intendente Pulti, Lucila Branderiz, que agitaba a un grupete planteando que la no renovación de contratos -unos cuarenta- por parte de la actual administración es una conducta “fascista”.
Quienes están hoy en la administración creen que este clima va a ir diluyéndose en los próximos noventa días y que otro será entonces el escenario, dado que la emergencia aprobada permitirá ordenar las variables y, fundamentalmente, mejorará las relaciones con proveedores y acreedores de distintas aéreas. El respaldo de la Provincia es esencial, y en este sentido, la palabra de Cristian Ritondo de que habrá pleno apoyo en materia de seguridad una vez finiquitado el Operativo Sol, es un ejemplo de ello.
La agresión a Vilma Baragiola por parte de un grupo de piqueteras travestidas de cooperativistas -grabada en video- expone el estado de ánimo de todos estos grupos que, orquestados por AM, intentan acorralar a la gestión a la que dejaron inerme de recursos. De ejemplo, un botón: hace unos días, dos empresarios, uno de ellos proveedor de la comuna, caminaban por la costa cuando advirtieron, detrás de una gorra de larga visera, los ojos azules del ex intendente. Al cruzarse, uno de ellos lo increpó: “cómo me cagaste, Pulti”, le dijo. Pulti se detuvo y le contestó: “A vos también te engañaron”. No siendo capaz de descodificar la respuesta, el empresario fue más específico: “A mí nadie me contó nada. Hace seis meses dejé de venderle a la municipalidad, y vos me fundiste por no pagarme”. La conversación devino surrealista cuando GAP, con su conocido sentido de desconexión de la realidad y las responsabilidades que en ella le caben, le recomendó hacerle juicio a la comuna para recuperar su dinero.
Probablemente, la denuncia del concejal Gonzalo Quevedo sobre la desaparición de 7.500.000 pesos originados en el SEDRONAR para un centro de recuperación de adictos que jamás se construyó, pongan de una vez por todas a la ex gestión en el lugar que corresponde ante esta comunidad.