Los especialistas argentinos concluyeron, después del Congreso Argentino de Medicina Reproductiva, que la tendencia a tener hijos después de los 35 años en las mujeres afecta notablemente su fertilidad. “La causa más común de postergación de la maternidad son motivos sociales y, en segundo lugar, causas médicas”, indicó Sergio Papier, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER).
Las tasas de infertilidad han crecido mucho en el país y tiene que ver directamente, en la mayoría de los casos, con la postergación del embarazo. Esa fue la principal conclusión a la que se ha llegado en el XV Congreso Argentino de Medicina Reproductiva.
En el evento, realizado en Buenos Aires, se precisó que la tendencia mundial de ser madre después de los 35 años por motivos profesionales sería una de las principales causas. En tal sentido, se indicó que es necesario que las mujeres conozcan más sobre su reserva de óvulos para poder evitar situaciones que pongan en riesgo su fertilidad.
Frank Broekmans, que trabaja como profesor de la universidad de Utrecht de los Países Bajos, sostuvo durante el congreso que “en las últimas décadas, la postergación de la maternidad llevó al aumento de las tasas de infertilidad, básicamente por los cambios que se producen en los ovarios con los años, sobre todo después de los 35”. Luego agregó que “es un hecho que con la edad disminuye el número de folículos, comenzando la irregularidad del ciclo y el cese definitivo de la menstruación en la menopausia”. Pero advirtió que “en paralelo, comienza a declinar también de manera gradual la calidad de los óvulos, lo que genera una disminución de la fertilidad”.
Broekmans destacó que “estos cambios implican que si las mujeres posponen el embarazo hasta después de los 35, la tasa de infertilidad podrá aumentar hasta en un 30 por ciento. Después de los 40 años, en general los óvulos están envejecidos y las modalidades de tratamiento médico como la fertilización in vitro, ya no son suficientes”.
También dio su parecer el presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), el Dr. Sergio Papier, quien destacó que “la causa más común de postergación de la maternidad son motivos sociales y en segundo lugar, causas médicas; en particular mujeres con cáncer que deben hacer tratamientos que pueden afectar su fertilidad”.
Es importante en este caso la reserva ovárica para mantenerse fértil: “como la edad influye en materia de infertilidad, es importante tener en cuenta la reserva ovárica; porque el embarazo cuando se realiza mediante un tratamiento, depende de la calidad de los embriones y particularmente, lo que aporta el óvulo”, puntualizó.
Por otro lado, señaló que “la estimulación ovárica, la calidad de los laboratorios de reproducción asistida y los métodos de selección de las mejores gametas y embriones, han hecho un gran aporte, para que muchas mujeres puedan ser madres después de los 35 años”.
Otra de las opiniones que se escucharon en el Congreso fue la del especialista argentino en fertilidad Carlos Sueldo, que trabaja en la Universidad estadounidense de California San Francisco-Fresno, y opinó que “existe un efecto de la edad en el potencial reproductivo femenino”. Luego abundó: “si comparamos las pacientes de menos de 35 años con aquellas entre los 41 y 45 años, la tasa de nacidos vivos es ampliamente mayor en el primer grupo”. Aunque luego insistió en que “el declive en la fertilidad femenina según pasan los años no tiene que ver con el útero como muchos creen, sino en la disminución en la producción de ovocitos, donde uno de cada tres no son sanos”.
Por último, puntualizó que “también se debe tener en cuenta a la hora de buscar un embarazo, además de la edad de la mujer, sus hábitos de vida porque, por ejemplo, el tabaquismo afecta la búsqueda de un embarazo tanto de manera natural o con un tratamiento de fertilización asistida”.