Las cifras oficiales del INDEC indican que 5.700.000 trabajadores tienen problemas de empleo entre los desocupados y los que trabajan en negro. Las cifras han aumentado al 7,6 y 35,5%, respectivamente.
Los problemas de empleo en el país siempre fueron graves: hoy en día y según las cifras del INDEC, hay casi 5.700.000 trabajadores que tiene este tipo de problemas. Entre ellos 1.261.000 porque están desocupados, y 4.410.000 porque trabajan “en negro”.
Estos datos son los que marca en el último año un aumento del desempleo del 7,2% al 7,6% y del trabajo no registrado del 34,3 al 35,5% de los asalariados. La subocupación es otro de los índices que aumentó levemente del 8.8 al 8.9%, es decir, la gente que trabaja pocas horas aunque esté dispuesta a trabajar más.
Teniendo en cuenta todos estos puntos y con relación al año pasado, la gente con problemas de empleo se incrementó en 305.000 personas, lo cual explicó por qué se desaceleró la creación de empleo y hubo un descenso del trabajo en blanco, en especial en la construcción.
Las estadísticas oficiales marcaron el incremento de la desocupación, que recayó enteramente sobre las mujeres, en especial las más jóvenes. El 19,5% de las menores de 29 años están desempleadas, cuando un año atrás abarcaba el 17%. En el Gran Buenos Aires, el desempleo femenino joven llega al 24,8%. Con los mayores índices de desempleo y trabajo en negro está el conurbano bonaerense, Córdoba, el NOA y NEA. La Rioja está al tope con el 46,6% de informalidad laboral.
Por otro lado, en la ciudad de Buenos Aires, la informalidad es del 24,1%, y con el menor índice se ubica Ushuaia-Río Grande, con el 12,8%. Teniendo siempre como parámetro el 2011, el mayor incremento de la informalidad se registró en el NOA, del 40,8 al 42,5%, en especial en Tucumán y La Rioja. Si se excluye al empleo público, que ocupa a 3 millones de personas – que se supone están registradas — sobre 9,4 millones de asalariados privados, el 47% trabaja en negro. Significa que casi 5 de cada 10 asalariados del sector privado se desempeña en la informalidad. Los sectores de mayor nivel de trabajo en negro son el servicio doméstico, la construcción y los hoteles y restaurantes.
Las actividades consideradas primarias como el agro figuran con una baja informalidad porque las cifras oficiales no incluyen a la población rural, sino la urbana.
Los números oficiales tampoco incluyen a los que cobran una parte en blanco y otra en negro, y los factureros, que son empleados dependientes, con empleos regulares, pero deben presentar facturas como monotributistas, y en la estadística oficial aparecen como trabajadores “por cuenta propia”.
El empleo en negro, desde comienzos de 2008, se ubica por encima de las 4 millones de personas y en los dos últimos años viene en ascenso.