Criollos y monárquicos. Dos visiones que fueron reemplazadas por la de unitarios y federales. El puerto contra el interior, y el interior contra el puerto. La revolución rusa de 1917 trajo otros debates, y reformuló discursos y actos de batalla. Detrás de los discursos, hay una realidad expuesta en carne viva en esta era del coronavirus.
Luego de una etapa inicial en la que el discurso del miedo a la muerte masiva en volúmenes inmanejables lo cubrió todo, la realidad política argentina se hace cada vez más evidente.
Gildo Insfran, hoy dueño de las vidas de los formoseños, mantiene bloqueadas las fronteras de su provincia aduciendo llevar adelante una política sanitaria estricta. A cuento de la salud general de la población, miles de formoseños sobreviven en condiciones infrahumanas en los bordes del rio Colorado.
La provincia recibió la visita de la ministro de seguridad Sabina Frederick, quien cubrió de elogios al gobernador al señalar: “Formosa es ejemplar en cuanto a los números que ofreció el Gobernador. Es decisión de la provincia, y son claros los resultados, mantener esta política sanitaria acá que ha dado buenos resultados”. No se quedó en chiquitas y agregó: “hay que ver qué se oculta cuando se hace tanta difusión de información que no es central” y “hay que aprender a leer algunos medios de otra manera”.
Todo para apuntar a la cobertura de TN, que está en un proceso de recuperar su dignidad periodística luego de meses de militar la cuarentena con el hashtag “quédate en casa”.
La ministro Frederick empoderó al gobernador luego de que Insfrán dijera que hay gente que “no tolera que Formosa tenga 166 casos diagnosticados” y que tengan “cero fallecimientos”. Sin embargo, las críticas a la gestión sanitaria no estaban centradas en los datos de infectados, sino en las consecuencias de algunas medidas tomadas por el gobernador.
Así, uno de los más feudales políticos de la Argentina es bancado por la progresista ministro, la misma que pretende que las fuerzas de seguridad no porten armas. Este combo hace daño, y Formosa no es el único caso.
En Santiago del Estero, donde gobierna Gerardo Zamora, es una de las provincias con medidas más restrictivas desde el inicio de la cuarentena. No se puede circular después de las 18 hs en días hábiles, y sólo hasta las 15 hs los fines de semana y feriados, ni siquiera para comprar alimentos. Si se te encuentran fuera de tu hogar pasado el horario permitido, no importa cuál sea la causa, te llevan preso. Es un auténtico toque de queda, y cualquier parecido con la dictadura, no es mera coincidencia. Las detenciones consisten en demoras de hasta 12 horas en las comisarías, se aplican multas que varían desde los $1.000 hasta los $60.000, y hay una represión policial sin antecedentes, donde los mismos efectivos graban videos que, luego, son viralizados, exponiendo a los ciudadanos al escrache social. En paralelo, el avión sanitario de la provincia hace viajes a paraísos fiscales de manera continua. En un operativo de la PSA, se hallaron 4.800 dólares y 4 millones y medio de pesos, sin que se conozca explicación alguna.
Tal como señaló Mauricio Macri, “la grieta no son personas, son valores”.