Ariel Castro recibió una sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de salir en libertad condicional tras declararse culpable de haber secuestrado durante 10 años a tres mujeres en su casa de la ciudad de Cleveland
Por un acuerdo con el fiscal, el hombre de 53 años aceptó la cadena perpetua y así evitó la pena de muerte. Esta acusado de 937 delitos de homicidio, secuestro, violación y asalto.
Tras leer la sentencia, el juez Michael Russo explicó que, por la gravedad de los delitos, Castro cumplirá su pena de forma consecutiva, lo que garantiza que no saldrá de la prisión bajo ninguna circunstancia. Además, deberá pagar unos US$ 100.000 en costos relacionados con el juicio.
Amanda Berry, Michelle Knight y Gina DeJesus desaparecieron entre 2002 y 2004. Fueron secuestradas de forma separada y mantenidas en cautiverio y violadas repetidamente. En declaraciones previas al anuncio de la sentencia, Castro aseguró que “no era un monstruo”, negó ser “un depredador sexual violento” y reconoció que “simplemente era un enfermo”. Y sugirió que las relaciones sexuales que mantuvo con las chicas fueron consensuadas. También dijo que se disculpaba ante sus víctimas y les pidió perdón nombrando a cada una, aunque aseguró que en la casa había “gran armonía” y que las secuestradas, a quienes afirmó no haber torturado nunca, eran “felices“.