Cruces e intereses I. Los cruces por el pliego al respecto del predio de disposición final de residuos tuvieron un capítulo adelantado en las declaraciones de la concejal Paula Mantero a la 99.9, las cuales incomodaron fuertemente al titular del EMSUR, Sebastián D’ Andrea quien, hasta el momento, se venía defendiendo como gato sobre la leña. Hay demasiado ruido en todo lo que tiene que ver con los contratos del municipio. Ahí sí que hubo un momento extraño en la última sesión del Concejo Deliberante, y no fue precisamente por el hecho de que el presidente de la Sociedad de Fomento del barrio Fortunato de la Plaza se encadenara a una silla mientras hacía uso de la banca 25, sino que le hayan habilitado el uso de dicha creación marplatense a Gustavo Cangaro, quien la utilizó para denunciar un tema de disputa alrededor de los contratos de limpieza del palacio municipal y de otras dependencias. Es raro, porque el ámbito de disputa de este tema está en contencioso administrativo.
Cruces e intereses II. Todo esto se cuece a vista y paciencia, cuando aún no ceden los dimes y diretes al respecto del convenio con la UNSM por el tema de las fotomultas, que ya traerá su propio barullo cuando se empiecen a notificar las faltas. A los dichos de Cangaro, le contesto el titular del grupo cuestionado por no ser «marplatense», Sebastián Lusardi, quien aseveró en la 99.9 que no va a pedir la Banca 25, sino que va a discutir el tema en donde corresponde, en el contencioso administrativo. Será de ver. Interrogantes: ¿Quién o quiénes generaron el escenario previo, con publicaciones del tipo «Riesgo: quedan empleados sin trabajo», etc? Mucha desprolijidad administrativa.
Tensión entre antiguos amigos. Allá lejos y hace tiempo, Guillermo Montenegro afirmaba tener mejor relación «con Fernanda, que con Fernando». Esto es, para que los distraídos lo entiendan mejor, con Montoto Raverta que con Carlos Fernando Arroyo. Hoy, la disputa por los fondos que le corresponden a Mar del Plata son el «casus belli» del momento. La presencia de Montenegro en el marco de las jornadas que organizó Rodolfo Iriart bajo el lema «Punto de encuentro» dicen que ya aquel entendimiento es pasado, pasado. La presencia del jefe político junto a Iriart es un dato que fuerza la tensión entre las tribus del PJ local.
Sobre ciertas discriminaciones. La corrección política es una búsqueda justa. Eso sí, hay que desbrozar, porque todo sirve. Yesica Santivechi, de la fundación civil «Marea», denuncia discriminación a la comunidad gitana, específicamente en cuestiones que tienen que ver con el trato que reciben en el CEMA. Si bien el propósito es probo, suena curioso que, ante los hechos brutales que perpetró el juez Santiago Inchausti contra esa misma comunidad en el contexto de lo que se llamó «Operativo Lavado Total», la organización diga no tener ni idea. Curioso.
Cruces. Tremendo cruce entre el gobierno comunal y los referentes políticos del FdT. Una publicación por parte de los gobiernos provincial y nacional afirmó que se han aportado a Mar del Plata 70 mil millones de pesos en el primer semestre del año. La respuesta, entre otros, de Agustín Neme fue contundente: «Realmente lo del gobierno nacional y provincial es muy triste. Más del 70% de lo que dicen haber enviado a Mar del Plata son Jubilaciones, Pensiones y AUH. ¿Nos estarán diciendo que no van a pagar las jubilaciones?». Alejandro Rabinovich —ex pacifista de la unidad sí o sí— contestó: «¿De verdad dicen que cuidan a Mar del Plata y no la discriminan porque pagan jubilaciones y pensiones?». Sí, dicen eso. Se sienten dueños del Estado y del poder del Estado. Sí, eso dicen, ¿qué parte no se entiende?