1) Pablo Santín
(clavó el número)
Luego del tremendo respaldo que recibió por parte de la conducción nacional en la persona de Luis Barrionuevo, el pope local de los gastronómicos se lanzó en una cruzada en la que finalmente le salió cara, y eso que había para que saliera cruz: equiparación del salario gastronómico al nivel de CABA. Clavó el número.
2) Rodolfo Iriart
(en carrera)
Manino no quiere aflojar el spot. Ni loco piensa alejarse del presupuesto público que tanto le cambió la vida. Todo vale. Y, si se puede arremetiendo contra La Cámpora —que está más debilitada que ruso huyendo de Ucrania—, mejor.
3) Guillermo Montenegro
(jugando un pleno)
Se jugó un pleno. Por ahora, viene de ganador. La cruzada por eliminar la «zona roja» tiene enemigos poderosos: los que hacen que, de roja, torne a blanca. El cruce no es con «los trabas», es con «los tranzas». Pelea de fondo.
4) Walter Orozco
(con la palma al cielo)
Dirigente —o algo así— del Polo Obrero cuya única aspiración es que todos los desposeídos a los que reúne ingresen a la planta municipal. A eso le llama «trabajo legítimo». Amenaza y dice «vamo’ a volvé’».
5) Verónica Magario
(trans comprometida)
Horrorizada por la ordenanza comunal que ha impuesto un cerrojo de seguridad en torno a la zona roja, pide comprensión para quienes se prostituyen en las calles de la ciudad. Si tanta compasión siente, les podría donar parte de su abultado patrimonio. Ayudaría.
6) Axel Kicillof
(es, no «se hace»)
Es un caso de debilidad evidente. Su mente transita por una nube gaseosa que le ahce decir cualquier cosa: que gasta la plata de los bonaerenses sin ton ni son, o que «más temprano o más tarde, Mar del Plata elegirá un gobierno popular». Esas tardes de ayahuasca que hacen tanto mal.
7) Daniel Núñez
(haciendo lo que corresponde)
Lo quisieron correr por izquierda mal y, cortito y al pié, respondió: «si ustedes (por el PJ) creen que lo que hago está mal porque sí, o maliciosamente, denúncienme». Es hora que alguien se plante ante tanto bullying.
8) Julio César Strassera
(el hombre al que se le impuso la grandeza)
Fue uno de los muchos fiscales federales que juró —como todos— por las actas del Proceso. Un giro del destino, y una decisión del gobierno democrático de enjuiciar el horror, lo signó y fue —y es— un ejemplo. Era su hora, y la protagonizó con alta dignidad.
9) Manuel Rodríguez
(evasor y escondedor)
Contador público nacional, puso alta la vara en la AFIP local, de cuya delegación estuvo a cargo. Como empresario, contrata a mucamas en negro y las oculta en placares para no blanquearlas. Un poco de vergüenza y decoro…
10) Juan Manuel Pettigiani
(¿era nesario?)
Fiscal federal, comprometido con su rol. Se pronunció pidiendo hacer caer el amparo por la exploración off shore basado a derecho. El cierre con alocución política, está fuera de lugar. No era necesario. Un buen dictamen, no requiere de alegatos políticos.