Entre presiones y dudas I. «—¿Te puedo llamar? —Sí, dale. —Escuchá, ¿por qué no le contestás a Horacio? —¿Horacio va a aceptar la lísta única en PBA? —Y, no. Esa no pasa. —Entonces, no le voy a contestar». Así va y viene la vida del presidente de la UCR provincial, requerido por las dos orillas del PRO como la pieza clave de cara a las PASO y la búsqueda de un triunfo en las elecciones de octubre.
Entre presiones y dudas II. La oferta de Patricia Bullrich de que sea su vicepresidente está sobre la mesa, aunque Abad diga que lo están «operando». Nada se decidirá hasta que no concluya la convención provincial de la UCR, la cual estuvo a un tris de no ocurrir: el sector de Gustavo Posse —que comparte acciones con Lousteau y Nosiglia— había recurrido a la justicia electoral de la provincia, la cual permitió la realización de la convención con argumentos más que claros.
El fallo. Recurrir al juzgado federal con competencia electoral al frente del cual está Alejo Ramos Padilla, crea interrogantes. Juez de clara impronta kuka, podría haber metido mano en el hormiguero rojiblanco. Nones, señaló en su decisorio: «Los debates y decisiones intrapartidarias deben ser resueltos en su propio ámbito de incumbencia, sin ser trasladadas sistemáticamente hacia el Poder Judicial ante discrepancias en las decisiones que se adoptan. Debe tenerse presente, al resolver, que la pretensión de tutelar un perjuicio menor no derive en un daño sustantivo al funcionamiento político-institucional, por suplantar los jueces a quienes han sido democráticamente elegidos para adoptar decisiones en su ámbito de incumbencia». Todos ya saben para dónde sopla el viento.
De cambio de era y anuncios sobre lo que vendrá I. La determinación de apartar y suspender al juez federal de Mendoza, Walter Bento, quebró finalmente una década de dominio del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura. Bento fue denunciado hace una década ante el Consejo de la Magistratura por el abogado Alejandro Fargosi. Durante diez años, un individuo que ha violentado toda norma jurídica existente para su propio beneficio, fue protegido. El poder judicial es el animal político de olfato más fino, y siempre se anticipa al cambio.
De cambio de era y anuncios sobre lo que vendrá II. Walter Bento está acusado de enriquecimiento ilícito, prevaricato, omisión de la justicia, lavado de activos, falsedad ideológica, abuso de autoridad, desobediencia y ocultamiento de pruebas. Uno de los hechos más graves que se le imputa, es el supuesto cobro de coimas a investigados en causas que tenía a su cargo. Fue procesado en ocho ocasiones, por diez delitos diferentes.