El juez neoyorkino habilitó a los holdouts porque “los demandantes todavía se enfrentan con una República que no va a pagar lo que le corresponde”; la petición involucra a bancos internacionales que operan en el país y se puede extender hasta el Banco Central.
El juez neoyorquino Thomas Griesa autorizó a los fondos buitre a librar oficios e investigar si hay activos embargables argentinos en YPF, la empresa estatal de energía Enarsa y bancos internacionales, al tiempo que no descartó incluso extender esas peticiones hasta el Banco Central.
En una audiencia el martes pasado, los representantes legales de fondos como NML, Blue Angel, Aurelius, y de inversores minoristas alemanes recibieron esa autorización por parte de Griesa.
Según la transcripción de la audiencia que tuvo lugar el 3 de septiembre, publicada por La Nación, el juez de Nueva York admitió que si bien en el pasado la justicia norteamericana negó la posibilidad de que se embarguen activos argentinos, como fondos del Banco Nación o reservas del Banco Central, la situación actual es distinta.
Esto sería así luego de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York confirmara un fallo que obliga al país a pagarles a los fondos buitre 1.300 millones de dólares y dejara la ejecución del fallo en suspenso, a la espera de que la Corte Suprema defina si toma o no el caso.
“Los demandantes todavía se enfrentan con una República que no va a pagar lo que le corresponde”, dijo Griesa, al evaluar el fallo de la Cámara.
Y agregó: “espero que cuando la decisión de la Cámara de Apelaciones sea definitiva, si la Corte Suprema no acepta el caso, la actitud desafiante (de la Argentina) cambie”.
Griesa dijo que la búsqueda de activos por parte de los holdouts “no es frívola” y les concedió su pedido.
Técnicamente se habilitó un proceso de prueba, en el que los demandantes tienen derecho de que la contraparte les produzca toda la información que le pidan, y así predecir en este caso si hay activos embargables.
El tribunal evaluó que tanto Enarsa como YPF eran sujetos de esta posibilidad de embargo, al igual que bancos internacionales que tienen operaciones en el país, como Barclays, Deutsche o Citi.