El Ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, define en Túnez con su homólogo Nabil Ammar, contrato de 4.000 empleados cualificados en sector agrícola e industrial de Italia y “fortalecer” la migración regular.
“Queremos dar trabajo a personas que quieran estar ocupadas, que estén formadas y que no viajarán por Italia sino que irán directamente a trabajar en la agricultura o en la industria”, declaró Tajani ante la prensa italiana que acompañó a la delegación, encabezada por los ministros de Agricultura y Trabajo, Francesco Lollobrigida y Marina Calderone.
Esta es su segunda visita desde el pasado mes de enero para abordar la crisis migratoria, que se ha disparado en el último año. Según cifras oficiales del Gobierno italiano, Italia ha recibido 14.837 tunecinos a bordo de embarcaciones precarias, lo que representa el 10% del total de llegadas.
En su encuentro con el presidente Kais Said- quien se arrogó plenos poderes en julio de 2021 “para preservar la paz social”- aseguró haber “renovado la amistad estratégica” entre ambos países.
Las relaciones entre Túnez y la Unión Europea se han tensado en los últimos meses después de que el mandatario devolviese una partida “irrisoria” con la que Bruselas intentaba presionar para la implementación de un memorando de entendimiento (MOU) firmado en julio y centrado en la estabilidad del país y el control migratorio.
Acuerdo Italia – Túnez “no tiene en cuenta derechos humanos”
Este controvertido acuerdo, que la UE pretende replicar con otros países de la región, contempla cinco ejes de acción, incluida la gestión de fronteras, así como 150 millones de euros en apoyo presupuestario y hasta 900 millones condicionados a la concesión del préstamo de 1.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Países miembros de la UE, como Alemania, han expresado su preocupación por este acuerdo que no tiene en cuenta cuestiones como los derechos humanos o la detención de opositores políticos.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han pedido a la UE que suspenda el apoyo financiero y este mes volvió a denunciar la expulsión de migrantes interceptados en el Mediterráneo hacia zonas remotas fronterizas con Argelia sin comida ni agua.