La concejal bahiense Valeria Rodríguez advirtió sobre el impacto del uso ideológico del fuero de familia y denunció un “sistema perverso” que vulnera garantías constitucionales. “Esto está pasando hoy en Argentina y la sociedad sigue anestesiada”, expresó.

La concejal de Bahía Blanca, Valeria Rodríguez, volvió a poner en agenda un tema tan delicado como silenciado: las falsas denuncias en los tribunales de familia. Desde su banca en el Concejo Deliberante, y a partir del testimonio de ciudadanos bahienses que se acercaron tras sus primeros proyectos legislativos, Rodríguez alertó en la 99.9 sobre lo que considera una vulneración sistemática del debido proceso y una “ideologización extrema” del sistema judicial en estos casos.
“Desde el año 2022, cuando presenté una ordenanza para derogar el uso del lenguaje inclusivo en textos normativos del Ejecutivo y el Concejo, se me acercaron muchas familias que sufrían este problema. Hablando de ideología de género, terminé conociendo un sistema de padecimientos profundos en nuestra ciudad. Y lo que descubrí es verdaderamente grave”, afirmó.
Rodríguez denunció que “quienes han perpetrado abusos reales contra niños o mujeres muchas veces están sueltos en la calle, mientras que personas inocentes terminan perseguidas por denuncias falsas sin posibilidad de defensa real. Si no recuperamos la presunción de inocencia, el debido proceso y la igualdad ante la ley, no hemos aprendido nada en estos 42 años de democracia”.
La edil organizó junto a ONG locales y nacionales la primera jornada de concientización sobre falsas denuncias en 2022, con la participación de figuras como la Dra. Patricia Anzoátegui y Seferino Rotili, un caso emblemático: “Rotili estuvo 10 años prófugo, hoy fue absuelto y está en Bahía Blanca. Es un caso idéntico al de Tomás Ghisoni, pero toda la ciudad le dio la espalda”.
A partir de esa jornada, Rodríguez recibió fuertes críticas: “Aparecieron 20 instituciones que yo ni conocía. Hicieron repudios, pidieron mi destitución del Concejo, salieron en los medios. Psicólogos, ONGs con subsidios municipales… Todo para callar un reclamo legítimo. Porque acá se elige a qué niño se le cree y a cuál se hace callar. Es una perversión”.
Sobre el funcionamiento del sistema, la concejal describió un patrón alarmante: “Con una denuncia, en 24 horas sale una restricción. No se notifica al denunciado, no hay entrevista, no hay audiencia. En cambio, en los casos verdaderos de abuso, los procesos tardan años. En los casos de falsas denuncias, en dos meses te puede cambiar la vida y terminar en prisión. Es brutal”.
“Esto está pasando hoy en la Argentina, está pasando en Bahía Blanca y la sociedad sigue anestesiada. Por suerte algunos legisladores están empezando a dar luz. Nosotros, como concejales, no podemos modificar leyes nacionales, pero sí podemos visibilizar. Hay que dar la cara, explicar por qué no podemos hacer más. Aunque a veces parezca que nuestros pares actúan más como empleados administrativos que como representantes del pueblo”, apuntó.
Rodríguez también criticó el accionar de los colegios profesionales: “El Colegio de Psicólogos de Bahía Blanca niega la existencia de la alienación parental. Lo dicen públicamente. Y sin embargo esos psicólogos actúan como peritos en los juicios. Es gravísimo”.
Hay casos de todo tipo que llegan a decisiones extremas por parte de padres que pierden todo contacto con sus hijos: “Aquí también hay padres que se han suicidado por la angustia. Pero todo se tapa. No se mide el daño que esto genera”.
La concejal también hizo una crítica directa al sesgo ideológico: “Hoy los grandes abanderados de estas causas, los que se rasgan las vestiduras en nombre de la justicia de género, son los mismos que se alinean con regímenes donde la mujer es la primera vejada. Es una contradicción que no resiste análisis. Se trata de ordeñar el Estado y convertir todo en una cuestión de dinero”.
Y concluyó: “Al final del camino, todo esto es tan chiquitito que da asco. Pero no hay que practicarlo, hay que ser más fuertes, porque acá lo que está en juego es la justicia fallando en contra y persiguiendo a ciudadanos comunes”.