Los genocidios que parece que no le importan a nadie

Lejos del fenomenal —y exitoso— trabajo de alterar el sentido de los hechos, construyendo la idea de que hay un genocidio en la Franja de Gaza, la matanza real de cristianos en África pasa por debajo del radar de la izquierda, cooptada por el Islam extremo que es financiado por Qatar y Turquía para que actúe en otros estados islamitas.

Un reciente informe señala: «La persecución de cristianos en Nigeria no es un conflicto local. Es un genocidio silencioso que se prolonga desde hace dos décadas. Desde comienzos del siglo XXI más de 62.000 cristianos han sido asesinados por grupos terroristas y milicias islamistas mientras el Estado nigeriano permanece pasivo y lento en su respuesta».

En los últimos cuatro años se han registrado más de 20.000 secuestros y, en una década, 145 sacerdotes católicos han sido raptados. Miles de iglesias y escuelas han sido destruidas. Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental buscan imponer la sharía y eliminar el cristianismo del norte. A ellos se suman los pastores fulani armados, que atacan comunidades agrícolas en la región central con el objetivo de expulsar a los agricultores y apropiarse de sus tierras. Los ataques siguen un patrón claro: asesinatos, violaciones, secuestros, incendios de aldeas y destrucción de templos. El objetivo es debilitar a las comunidades y reducir la fe a la clandestinidad.

En estos días, el tema ha logrado interesar al presidente Donald Trump, quien se ha expresado, en particular al respecto del genocidio en curso en Nigeria: «El cristianismo se enfrenta a una amenaza existencial en Nigeria», publicó Trump en Truth Social. «Miles de cristianos están siendo asesinados. Los islamistas radicales son responsables de esta matanza masiva. Por la presente hago de Nigeria un «PAÍS DE ESPECIAL PREOCUPACIÓN» – Pero eso es lo de menos». El Presidente hizo hincapié en que hay que actuar cuando se persigue a personas por su fe.

El gobierno nigeriano respondió indicando que el Ministerio de Exteriores nigeriano «toma nota» de la reciente declaración de Trump antes de reiterar su compromiso para abordar «el violento extremismo, alimentado por intereses especiales, que ha contribuido a fomentar la división y la degradación en los países que se encuentra en la intersección del África Occidental y del Sahel».

«Lamentamos profundamente la pérdida de todas las víctimas del extremismo violento y rendimos homenaje a nuestras fuerzas armadas, que continúan luchando contra enemigos crueles y cobardes», ha asegurado el Ministerio antes de reiterar que «el Gobierno Federal de Nigeria seguirá defendiendo a todos sus ciudadanos, sin distinción de raza, credo o religión».

No es el único país de África en el que suceden estas atrocidades: la situación en Sudán ya es extrema, aunque la matanza diaria de cristianos no dé lugar a títulos ni a citas de Naciones Unidas u otros organismos internacionales, en la mayoría de los casos cooptados por el dinero que proviene de naciones como Turquía, Qatar o Marruecos.