Un yogur podría cambiar la vida de una comunidad rural

La cooperativa Leite do Campo despacha cada día 6.000 litros de yogur de fresa, piña y coco con destino a los supermercados y las escuelas cercanos a la localidad rural de São Pedro, en Brasil. La fábrica fue abierta en 2007 y es un motivo de orgullo para los pobladores de la región.

yogurAntônio Aristeu Soares, uno de los 120 proveedores de Leite do Campo, asegura que haciendo yogur no solo tiene una fuente regular de ingreso sino que también puede ganar más. “Eso me incentiva a producir una leche de mejor calidad”, afirma.
“Con la cooperativa, tuvimos el poder de solicitarle a la alcaldía que construyese una escuela de educación básica completa en la zona rural de São Pedro. Sin ella, mucha gente dejaba de estudiar en 4º grado”, recuerda José Lodovico Rinaldi, presidente de Leite do Campo.
Los niños y jóvenes que asisten a esta escuela son los clientes preferidos de Leite do Campo y todos los días reciben un yogur cada uno para complementar su merienda.
Según la FAO, la producción de leche genera más empleos que la agricultura. “La industria láctea, aunque requiere una alta inversión, a largo plazo proporciona una fuente de ingresos más confiable que la mayor parte de los cultivos”, señala.
El año pasado, la industria láctea de Brasil incrementó la recepción total de leche en un 2,9% y los precios se elevaron más de un 25%, según datos de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil.
El informe de la FAO aclara que los países tienen mucho que ganar si los pequeños ganaderos logran un mayor acceso al crédito y a la asistencia técnica. Cuando no existe ese apoyo, la leche se puede estropear antes de llegar al mercado o ser poco rentable.
“Cuando el productor tiene poco conocimiento, la leche es tratada como algo sencillo y el animal termina dando solo 5 o 6 litros por día, en vez de los 20 que podría ofrecer”, explica el agrónomo Sergio Diehl, miembro del equipo que brinda apoyo técnico a la cooperativade San Pedro.
Con el apoyo del Banco Mundial, los productores de São Pedro han obtenido la asistencia técnica y el acceso a los mercados y esperan, en este año que comienza, seguir dando fuerza al argumento de la FAO de que le leche puede ser una aliada poderosa para garantizar la seguridad alimentaria e impulsar el desarrollo local.