Ser maestro, entre las “profesiones más patéticas” de Brasil

El Plan de Educación mejora los salarios de los profesionales, pero no garantiza un plan de carrera.

profesoresSegún el Plan Nacional de Educación aprobado por el Senado, si se dedicase a la enseñanza el 10% del Producto Interior Bruto del país, el porcentaje representaría 440.000 millones de reales. Hoy, Brasil invierte en el área el equivalente al 5% de su PIB. Sin embargo, este plan que beneficia a la cantidad no hace lo mismo con la calidad de la enseñanza.

Si el tema no se trata con la seriedad debida, el oficio de profesor se mantendrá en la lista de las “profesiones más patéticas de Brasil”, aseguró la escritora Vanessa Barbara en un artículo en The New York Times. Y no se trata de una exageración.

El objetivo del plan del gobierno es equiparar el salario de los maestros de la educación pública con el de otros trabajos de nivel superior para el Estado. Hoy, los profesores ganan un 40% menos que sus iguales. El malestar de los trabajadores se refleja en la calidad de la enseñanza y en el tratamiento que la sociedad ofrece al profesor.

La Meta 17, que garantiza el ajuste del salario de los profesores, es percibida como un primer paso para mejorar el trato hacia los profesionales de la enseñanza. Pero aún es insuficiente. “Es positivo, pero el desafío es superar esa media; hacer, de hecho, la carrera docente atractiva. No es solo cuestión de salario“, explica Daniel Cara, científico político que coordina la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación.

Ryon Braga, de Hoper Consultoría, especializada en educación, reconoce que el país tuvo avances durante los últimos años, como el aumento del número de alumnos en la enseñanza superior, que pasó de 2,6 millones en 2000 a 7 millones el año pasado. Pero, para él, el esfuerzo en calidad no está siendo el ideal.

Hoy nadie quiere ser profesor en Brasil. Ya estamos en desempleo cero. En esa situación, otras profesiones resultan más atractivas“, advierte Priscila Cruz, de la ONG Todos por la Educación, y recuerda que la infraestructura de las escuelas públicas es muy precaria.