Luis “Lucho” Scolari es uno de los testigos clave en la causa contra el vicepresidente Amado Boudou. En 2007, le vendió la mitad de su empresa a Núñez Carmona; luego, sufrió las consecuencias. “Hicieron barbaridades, gente del hampa puede hacerlas más prolijas que ellos. Hay falsificaciones del libro de actas, de asamblea, de balances”, explicó.
Es uno de los actores clave en la causa contra Amado Boudou. Y fue amenazado minutos antes de salir en el programa de Jorge Lanata. Pero lejos está de arrepentirse de lo hecho, y se ha convertido en una de las piezas más importantes en el intento por develar la verdad de lo que sucede alrededor del Vicepresidente.
Luis “Lucho” Scolari habló esta mañana en la 99.9 y aclaró: “no estoy arrepentido de nada porque no delinquí, de lo único que me arrepiento es de haberle vendido el 50% de mi empresa a Núñez Carmona. A la empresa la creé para trabajar, no para delinquir; que él la usara después para eso, no es lo mismo”.
Al parecer, el “Nariga” tenía intenciones de apoderarse de la ciudad, algo que finalmente no pudo hacer: “Núñez Carmona quería comprar Canal 10, quería comprar todo. Creo que quería comprar Mar del Plata, alambrarla y que todos fuéramos sus peones. Se le salió un poco la cadena. Gabriel Bianco se lo presentó al hijo de Ciccone porque viven en el mismo country; como le gustan los negocios, debe haber estado en el medio. Hasta ahí veo yo, y lo puedo decir por gente que vive en el mismo country”.
A partir de la venta del 50% de su empresa, empezaron los problemas: “le vendo el 50% de la empresa en 2007, cuando se estaba yendo Boudou de la Costa que estaba con De Jesús como Secretario de Hacienda y estaba desembarcando en ANSES. Ellos se estaban mudando a Buenos Aires, y uno de los sueños de Núñez Carmona era tener una empresa de publicidad. Yo tenía una empresa chica que venía haciendo crecer de a poco, me ofreció comprarme el 50% para que creciera de manera más fácil”.
Al principio, no parecía una mala idea. Pero las consecuencias llegaron pronto: “no me pareció mal, porque los clientes los manejaba yo, y los proveedores. Era una empresa de cartelería en vía pública. Estoy atado de pies y manos laboralmente. El juez, al único que no imputó fue a mí, y me dijo en privado que la explicación es que me dormí o me re cagaron”.
Mientras estaba en Buenos Aires, todo iba bien, pero por un problema debió mudarse hacia nuestra ciudad, y con la distancia empezaron los problemas: “me vine a Mar del Plata por una cuestión familiar y pusimos una pequeña oficina acá, y en Buenos Aires quedó la otra manejada por él. Ahí se desmadró todo. Hicieron barbaridades, gente del hampa puede hacerlas más prolijas que ellos. Hay falsificaciones del libro de actas, de asamblea, de balances. Presentamos un papel ante la justicia donde él hace hincapié en un conglomerado de empresas porque le encantaba crear sociedades”.
Hay pruebas suficientes para comprobar los cargos. Y según Luis Scolar, las cosas pueden ponerse peores. “Núñez Carmona es un personaje bastante intolerante y soberbio. A la luz de lo que se ve y lo que denunció la gente de AFIP, es un sálvese quien pueda, y ahora aparecerán cosas nuevas. Creo que será peor todavía”.