El término globalización comenzó a acuñarse en la década del noventa. Dos aspectos concurrieron a su divulgación: la caída del bloque soviético, y la expansión de la Internet.
Hoy, el mundo es ya un espacio único en el que ocurren cuestiones diversas. La conectividad global es utilizada para el comercio, los viajes, las relaciones familiares y el terrorismo. Todo corre por la savia tecnológica que une las partes. La globalización no constituye un todo, pero lo expone, y permite acceder inmediatamente a los detalles de lo que acontece en cualquier lugar del planeta. Uno de los capítulos que más expone la globalización es el de la corrupción.
Cuatro ejemplos en esta semana son harto elocuentes: en Argentina, el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou; en Francia, el de Nicolás Sarkozy, ex presidente de dicho país; en España, el de la duquesa Cristina de Borbón, hermana del rey; y en China, el del general retirado Xu Caihou, ex número 2 del Ejército Rojo.
En el caso argentino, el juez Ariel Lijo dispuso el viernes próximo pasado procesar al vicepresidente de la Nación Amado Boudou por “cohecho pasivo y negociaciones incompatibles” junto a otros cinco imputados en la causa por la ex imprenta Ciccone Calcográfica. Los otros procesados en la causa son: el amigo de Boudou, José María Núñez Carmona; el empresario y supuesto testaferro Alejandro Vandenbroele; el ex funcionario de la Afip, Rafael Resnick Brenner; el dueño de la imprenta, Nicolás Ciccone y el yerno de Héctor Ciccone, Guillermo Reinwick.
En Francia, el ex presidente Nicolás Sarkozy ha sido imputado por corrupción y tráfico de influencias tras pasar a disposición judicial después de ser interrogado. El arresto de Sarkozy supone un hecho inédito para un antiguo jefe de Estado en Francia. Según la legislación francesa, una persona puede permanecer bajo arresto para su interrogatorio durante 24 horas, prorrogables otras 24 horas, tras lo cual debe ser puesto en libertad o imputado. Sarkozy ha estado quince horas en detención.
España se ve claramente sacudida por la situación de Cristina de Borbón y su esposo Iñaki Urdangarín. El titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Palma, José Castro, ha notificado el auto donde procesa a la infanta por dos delitos fiscales y un delito de blanqueo de capitales en el marco del caso Nóos. En el auto el instructor también ordena proceder contra Iñaki Urdangarín, su ex ocio Diego Torres, su mujer Ana María Tejeiro, y sus hermanos Miguel y Marco Antonio, el ex presidente del Gobierno balear Jaume Matas y el ex director general de Deportes, José Luis “Pepote” Ballester, entre otros, por los delitos de malversación, prevaricación, falsedad, estafa, fraude a la Administración y delitos contra la Hacienda Pública.
En China, el general retirado Xu Caihou, antiguo número dos de la jerarquía militar china, fue expulsado del Partido Comunista (PCCh) por sospechas de corrupción y su caso está siendo investigado por la fiscalía. “Las investigaciones hallaron que Xu se aprovechó de su cargo (vicepresidente de la Comisión Militar Central, el máximo órgano castrense del país) para ayudar en el ascenso de algunas personas, y aceptó sobornos personalmente o a través de familiares”, se indica en un comunicado del comité, que encabeza el presidente del país, Xi Jinping. “Es grave y ha producido un vil impacto”, se asegura en la nota oficial, en la que se añade que el ex general y su familia también obtuvieron propiedades y grandes sumas a cambio de otros favores, y por ello comenzaron a ser investigados el 15 de marzo.
El anuncio pone fin a meses de especulaciones en torno a Xu, después de que precisamente en marzo, la prensa independiente de Hong Kong asegurara que éste había sido detenido en un hospital de Pekín donde era tratado de un cáncer de vejiga, un extremo que se había negado a confirmar durante todo este tiempo el Gobierno chino. Xu -cuya esposa e hija también fueron detenidas en relación con el mismo caso- es el mando militar de más alto rango nunca antes juzgado por corrupción.
El mundo es uno, sus miserias también. La tecnología está cambiando la percepción de lo que ocurre, y es esperable que este inicio de cambio conduzca a una sociedad mejor.