El analista internacional Jorge Castro, analizó en la 99.9 la discusión que tiene la Casa Blanca con el Congreso de los Estados Unidos en torno a un default que definió de esa forma. El motivo es que se necesita dejar de cumplir las obligaciones unilateralmente y eso es algo difícil de creer teniendo en cuenta que “Estados Unidos que es el país más solvente del mundo”.
Los Estados Unidos están atravesando un momento políticamente delicado con el enfrentamiento ideológico entre dos de sus poderes en la discusión de la economía. El analista internacional Jorge Castro, explicó en la 99.9 algunos puntos importantes a tener en cuenta dentro de ese contexto, sobre todo porque suenan palabras como default, que para un gigante mundial, parece extraño.
“Para ubicar la situación de Estados Unidos, la amenaza de default tiene un carácter exclusivamente técnico y no real. Lo que convierte al default en una crisis financiera es que revela una situación de insolvencia de aquél que deja de cumplir con sus obligaciones de forma unilateral. No es el caso de Estados Unidos que es el país más solvente del mundo”, puntualizó.
Lejos de entrar en un problema mientras la discusión se mantiene, el dinero sigue ingresando: “a medida que se aproxima el momento de definición por la crisis entre la Casa Blanca y la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos; el flujo de capitales provenientes del exterior en vez de disminuir ha aumentado. Esto quiere decir que hay una percepción profunda de confianza sobre la solvencia del sistema estadounidense. Se cree que es una puja política propia del sistema de gobierno en la que el dato fundamental es que el poder está fragmentado”.
Castro detalló que “en Estados Unidos no hay división de poderes, sino tres poderes incluyendo a la Corte Suprema de Justicia que pujan por la decisión política, así fue creado desde la Independencia. El objetivo es salvaguardar lo que consideran fundamental que son las libertades individuales”.
Estas discusiones se han dado también por otros temas y han tenido ya un origen que ha desencadenado en la situación actual: “el fondo de la disputa se refiere al régimen de salud sancionado durante el primer gobierno de Barack Obama donde los republicanos se oponen y exigen su modificación. Las decisiones en materia legislativa que toma el gobierno de Estados Unidos, deben surgir necesariamente de un acuerdo entre el ejecutivo y el congreso, no hay forma que el presidente logre imponer su voluntad ante un congreso que maneja el presupuesto y la deuda pública”, señaló.
No será la primera vez que un gobierno estadounidense debe afrontar una situación de este tipo. Para ser más puntuales Castro agregó que “desde 1976 a la fecha, hubo 17 cierres de actividad del gobierno federal por conflicto entre la Casa Blanca y el Congreso, incluso ha pasado cuando el Congreso estaba en manos de los demócratas, es una cuestión de orden institucional y no política partidaria o ideológica”.