Tal como publicamos el 14 de noviembre en nuestra investigación central bajo el título “Negocio de poder”, la construcción del barrio privado Las prunas es una expresión de poder que va al centro del ejercicio de la administración comunal para servir a objetivos de privados usando la estructura del Estado en beneficio propio. La inclusión de Pablo García, socio en el estudio jurídico de Ariel Ciano -ex fiscal, ex defensor oficial, ex secretario de gobierno, hoy concejal de AM-, en la sociedad que lleva adelante la gestación de este barrio privado, le da a la disputa ya suficientemente pública un tinte político intenso.
La información colectada, sin embargo, revela que García no es un actor central en la trama. Magical Forest S.A. tiene por presidente a Diego Julián “Chuli” Vespa, y como vice a Francisco Salvador “Cacho” Pagano, mismos personajes que protagonizan los escándalos financieros internacionales de La Moneta junto a Daniel Ángel Fumaroni -estos últimos dos, además, propietarios de Radio Brisas-.
Obvio es que más allá de las cuestiones funcionales, García, que integra la sociedad, cuando menos tiene comprometidas cuestiones éticas en esta historia. No es menos llamativo que integren esta sociedad, entre otros, Eduardo Saladino, empresario de bajo perfil y alta performance económica expresada en propiedades de alta rentabilidad, así como Carlos Gustavo Broggi, titular de la distribuidora de diarios más importante de la ciudad.
El interés del concejal Carlos Fernando Arroyo por la situación generada por la construcción de este barrio privado en perjuicio del barrio Bosque de Peralta Ramos, promoviendo el accionar público desde el Concejo, alteró la indiferencia pública sobre este tema gravoso. De todos modos sigue siendo notorio el silencio de buena parte de la clase política y de actores públicos como el Colegio de Ingenieros, o el de Arquitectos. Todos callan porque hay demasiado en juego: hay un juego de poder que involucra millones que muy pocos se han acostumbrado a repartirse a espaldas de la sociedad.
Al inicio del desarrollo del primer barrio privado en General Pueyrredón, Rumencó -barrio del cual se sostiene su nomre es un acrónimo de Ruckauf/Corach/Menem- se realizaron dos audiencias públicas en la biblioteca municipal para debatir características y compromisos urbanos en el desarrollo. En este caso de Las Prunas, no ha habido audiencia pública alguna. Los permisos provinciales no están cumplimentados ni mínimamente, y fuentes acreditadas aseveran que la modificación de parámetros es un escándalo dentro de otro escándalo. Hay en el expediente iniciado por Magical Forest una sola firma, la del ingeniero José Luis Ovcak. Los detalles de dicho expediente son interrogantes, dado que el mismo está desaparecido; la administración afirma que lo envió a La Plata íntegramente, sin dejar copia alguna de soporte, como tampoco documento electrónico respaldatorio.
Ocurren en torno de esta trama cuestiones por lo menos curiosas. Me permití señalarle recientemente a la concejal Baragiola que debía llamarse a la comisión de Obras al ingeniero Ovcak, único firmante de los expedientes municipales. Baragiola arrancó reculando en chancletas, poniendo por medio una cuestión supuestamente ética de “no pisarle los callos” al concejal Arroyo, quien lleva la delantera en este asunto. Luego -cuando menos en la entrevista- concedió que hay en este sentido acciones que proveer desde el Concejo Deliberante.
Suena increíble que en medio de tanta expectación pública se le siga dando vueltas a un asunto que va directo a la Privada del Intendente. Es verificable la vinculación entre Gustavo Arnaldo Pulti y estos actores, así como con los hermanos Trujillo, popes de la UOCRA local, quienes articulan inexorablemente en estos negocios privados aupados desde los estratos del poder público a vista y paciencia de todos. Hay más socios de los que surgen de la lectura de los papeles societarios constitutivos de Magical Forest.