Alicia Gómez es una vecina que está sufriendo distintos problemas por una construcción clandestina y además, a pesar de los reclamos que han presentado con un grupo de vecinos, quien está construyendo parece estar avalado por Obras Públicas: “levantó dos pisos de la nada sin planos y sin dirección de un maestro mayor de obras”, comentó.
La corrupción a veces, golpea la propia puerta de los vecinos y sin quererlo, un ciudadano común se encuentra en medio de un conflicto con imparcialidades marcadas. Eso le sucedió a Alicia Gómez, una vecina de la ciudad que hoy está penando por una construcción clandestina a la que Obras Públicas extrañamente no le reclama nada.
Esta mañana brindó su testimonio en la 99.9 y señaló que “tenemos un pequeño consorcio de cuatro unidades funcionales. El 18 de julio se promulgó la ordenanza de regularización de construcción y actualización catastral. Era para las construcciones existentes, ejecutadas parcial o totalmente con anterioridad a la puesta en vigencia”. Luego abundó: “el propietario de la unidad funcional 3 estaba residiendo en Perú, regresó a mediados de agosto y le pidió el departamento a las inquilinas. Ahí comenzó a construir y no conseguimos que nos escuchara. Levantó dos pisos de la nada cuando la estructura es para una planta sola. Tenemos colapsado el sistema de cloacas, edificó sin planos y sin dirección de un maestro mayor de obras”.
A pesar de que lo intentaron en varias oportunidades, no lograron que el vecino entrara en razones y, por eso, se dirigieron directamente a donde correspondía: “como no pudimos dialogar, nos presentamos en obras privadas. Vino un inspector una primera vez, hizo un acta, pero como insistimos hizo una segunda visita donde dijo que la obra era antirreglamentaria. Además ordenó la paralización de la obra porque era un riesgo para los linderos”. La construcción prosiguió como si nada de eso hubiera sucedido y los vecinos profundizaron sus medidas: “hubo 3 o 4 avisos más, pero siguió adelante y construyó una auténtica villa 31. Intervino la Defensoría del Pueblo presentando una denuncia por incumplimiento de la orden”.
El gran problema que encontraron entonces, fue la corrupción reinante en estos tipos de casos, porque a pesar de no tener ninguna documentación y de no haber cumplido con ninguna de las ordenanzas, le permiten seguir construyendo: “hay una ordenanza vigente que establece que en los casos de PH, la primera documentación que se debe presentar es la autorización de los co-propietarios, el perfil de los departamentos linderos y lo que se va a hacer. Nada de esto se cumplió. Lo grave es que le están aceptando la presentación de planos cuando esto no ingresaría según la ordenanza que se aprobó. Nos dijeron que debe tener algún amigo en Obras Privadas y por eso suceden estas cosas. Incluso lo único que figura en el expediente es que quien constrye nos denuncia a nosotros”, señaló incrédula Alicia.
Hoy viven una pesadilla y parece que nadie está dispuesto a poner coto a una construcción que está fuera de los límites legales: “donde estábamos en paz, gracias a la ordenanza y la ineficiencia de las distintas dependencias, ahora estamos en un problema. Caen piedras, cemento en nuestros techos, tenemos rajaduras de paredes, antes que llueva hay que barrer el pasillo porque hay materiales. Nos han creado una situación inenarrable”, finalizó.