El integrante de La Alameda, Lucas Schaerer, se refirió esta mañana en la 99.9 a la instalación de Cocodrilo en Mar del Plata, ahora bajo el nombre de Coco Beach y señaló que “además del nombre, Omar Suárez no figura en los papeles, después es lo mismo”.
El intento de apertura de Cocodrilo en Mar del Plata generó una fuerte controversia. Después de ello, Omar Suárez, dueño del boliche, decidió abrirlo con otro nombre y auto excluirse de la papelería que lo colocaba como propietario.
Esto fue denunciado por La Alameda y, esta mañana en la 99.9, Lucas Schaerer se encargó de dar precisiones al respecto: “lo único que hizo fue cambiar el nombre, en lugar de llamarse Cocodrilo se llama Coco Beach. Mantiene los mismos dueños y además, transfiere la forma de manejo por la cuál lo denunciamos en Capital Federal por Trata, Proxenetismo y Narcotráfico, a Mar del Plata. Lo que cambia es que Omar Suárez no figura en los papeles y se cambió el nombre del lugar”, puntualizó.
Lo que queda claro para esta agrupación, es que él se transforma en el responsable absoluto de todo lo que suceda dentro del lugar, pero también destacó que cuenta con un manto mediático que no saca a la luz ciertas cuestiones: “si es el dueño de Cocodrilo es el responsable de lo que pasa ahí adentro. A él particularmente no lo conozco, no tengo nada personal, lo conocimos porque nos llegó la denuncia de lo que sucedía en Cocodrilo. Tiene cercanía en muchos medios, el sábado pasado se hizo una fiesta en Mar del Plata donde fueron varios periodistas. Tiene una protección especial”, denunció.
La excusa esgrimida ante la justicia por Suárez es que las mujeres van a Cocodrilo a prostituirse por decisión propia, pero Schaerer aclaró que “si cualquier persona quiere ejercer la prostitución, lo puede hacer, salvo que exista alguien que se esté enriqueciendo con eso. Si Omar Suárez sabe que van mujeres a ejercer la prostitución a su local, no puede permitirlo. Encima cobra la copa a 200 pesos, eso lo pudimos acreditar, y se termina beneficiando directamente”.
Mientras tanto, las denuncias que han presentado en Capital Federal siguen adelante y esperan resoluciones en el corto plazo: “el juzgado de Lijo hace dos meses realizó un allanamiento y está haciendo tareas de inteligencia en el lugar. La causa no fue archivada, tampoco sobreseída, está imputado en el delito para averiguar si sucedió o no lo denunciado”, concluyó.