Momentos

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Los hay simples, complejos, dulces, agrios, indiferentes. No se me da la indiferencia, y no le esquivo a la complejidad de los asuntos. En 1998, en plena campaña electoral, Noticias & Protagonistas dio a conocer la situación que atravesaba personal de limpieza del palacio municipal bajo contrato con Edmundo “Garrafa” Pérez, quien ante los reclamos de sus empleados para que pagara en tiempo y forma, contestaba que no jodieran con él, porque él era “socio de Pulti”. Con esta referencia, Gustavo Arnaldo Pulti se hizo presente en los estudios de la 99.9 el lunes siguiente, muy temprano, exigiendo un derecho a réplica.

Por aquel entonces, Pulti negó toda conexión con Pérez, pero no se quedó en la negativa, sino que con cuidado lenguaje, me insultó en cada frase. No vino a responder, a aclarar su posición ante la audiencia: vino a insultar. Me dedicó un término de notable factura: “Usted despliega en su accionar en todo momento una baba insidiosa”, me dijo. Culminada la lid electoral, y a través de Marcelo Artime, me solicitó una reunión privada, a la que accedí. Allí, y al darme la mano, con cara de casi gratamente sorprendido, me espetó: “Loco, estás re flaco…, ¿tenés “la papa”?”, afirmando, a renglón seguido, con gesto sobrador, que “más de uno se pondría muy contento”. El odio pudo más que su conveniencia.

En estos años de gestión pultista, ha quedado en evidencia que el hombre ha forjado un esquema comunicacional que literalmente ha pulverizado toda idea de diversidad comunicacional. La cadena de corte y pegue que sostiene con no pocas monedas, sólo para que replique sus dichos sin alterar ni una coma, no sólo actúa de consuno, sino que se hace carne de las campañas sucias que se pergeñan en el Ejecutivo empleando métodos propios de servicios de inteligencia. Cuentas falsas en las redes sociales, grupos de choque que toman el Concejo Deliberante generando acciones violentas…, esos grupos que Pulti define como pandillas, no bandas; se nota que conoce y sabe qué y quiénes son.

Para quienes puedan no estar enterados, quiero contar que el viernes por la mañana, al arribar a la radio, hallé la puerta de entrada destrozada. No fue un intento de robo, claramente: la rompieron con un trozo de piedra que fue dejado cuidadosamente al costado, para que se viera. No ocultaron nada: fue un aviso mafioso. Este episodio es el corolario de dos semanas de inicio de sumarios por parte del AFSCA -organización del Estado que controla políticamente Nuevo Encuentro- por no emitir el Himno Nacional a las 0 horas, o el texto de titularidad de la emisora, todas comunicaciones enviadas a una dirección incorrecta, en la que no funciona la emisora, con el claro objetivo de armar un expediente para declarar a la radio en rebeldía y tener alguna clase de fundamento que permita avanzar en pedir el cierre.

Todo está en manos de abogados que bien saben hacer su trabajo. No estoy preocupado, estoy ocupado. A estos “fachos” -que no dudo que en los tribunales responderán como Oskar Gröning, el contable de Auschwitz, “sólo hacemos tareas administrativas”- les digo que marraron de enemigo. Yo no negocio con la mafia: hace décadas que elegí la libertad. No transo, no me asusta ser libre, al contrario, bien que lo disfruto. Así que ajusten la creatividad.