De dichos y certezas I. Era una manifestación esperada. Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos de la Nación, debía declarar en la fantasiosa causa que el juez Martín Bava procura contra el juez Pedro Federico Hooft. Le aguardaban setenta preguntas, todas vinculadas a dichos suyos como funcionario público en relación al secuestro de sus padres siendo él un niño, y testigo de dicha acción brutal y criminalmente repudiable. Fresneda debió contestar sólo cinco preguntas, pues el juez y los fiscales federales censuraron sesenta y cinco. Objetivo: protegerlo de quedar incurso en falso testimonio. Arguyó sólo saber del secuestro del que fue testigo, y afirmó que toda otra circunstancia la tiene por conocida por dichos de terceros a los que no identificó.
De dichos y certezas II. En su cierre de campaña, Elisa Carrió habló de los derechos humanos, de los Montoneros y de la cooptación judicial que hay en manos de quienes llevan adelante los juicios por delitos de lesa humanidad. Sus términos deben ser atendidos, porque marcan una línea fuerte en torno al uso de los derechos humanos como instrumento de venganza. Carrio apuntó: “ Hay derechos humanos para una señora violenta como Hebe de Bonafini y no para un anciano que se muere en la cárcel, enfermo y cumpliendo su condena”. Y agregó: “Ambos tuvieron enormes cuotas de responsabilidad en lo que nos pasó. La diferencia es que algunos cumplen condenas y otros hacen escraches y llaman a la violencia”. De eso se trata el debate que debiera darse en esta materia.
Violencia y Estado. La presencia del Estado está dada, entre otros tópicos, por el monopolio de la violencia. Aquí hay hoy una falla enorme, a la que contribuye el propio Estado. Es el caso de sujetos liberados por el sistema judicial, que a poco de estar en la calle actúan violentamente entre sí y contra terceros. Es, puntualmente, la situación que involucra a Rubén Darío Calderón (35), baleado por dos hermanos, Esteban y Jonathan Sánchez. Los hermanitos, en goce del beneficio de salidas transitorias, el fin de semana cayeron sobre Calderón y le descerrajaron doce balazos. Con pésima puntería a beneficio de la víctima, que ingresó al HIGA solamente con un impacto en la pierna. Es obvio que la evaluación sobre estos dos, algún error debe de tener…
Complicado. Pese al entusiasmo que el galleguito emprendedor le pone a todo, la comercialización del nuevo shopping en la zona de la ex terminal de ómnibus está lenta. Muy lenta. La preocupación de Florencio Aldrey es tan grande, que pretendía que el festival de cine organizado por el INCAA tuviese como ámbito exclusivo dicho espacio. Esto puso en alerta a Eduardo Suñé, que año a año hace pingüe negocio alquilándole las salas al INCAA. Los funcionarios que arribaron a Mar del Plata pudieron explicarle a Florencio que no era posible hacerlo como él pretendía. En fin, tironeos entre aves de rapiña.