El balance policial contabiliza 57 delitos contra el orden público, coches quemados, escaparates y mobiliario urbano dañados y cinco policías heridos.
Doscientos once detenidos, 57 delitos contra el orden público, coches quemados, escaparates rotos e importantes daños en el mobiliario urbano. Ese el balance que ha extraído este martes la Policía de las manifestaciones xenófobas y contramanifestaciones izquierdistas celebradas la víspera en las ciudades alemanas de Leipzig y Potsdam.
Cinco policías han resultado además heridos en su intento de imponer el orden a fascistas y antifascistas, cuya rivalidad desmedida por imponer su criterio en las calles sembró el caos.
Muchos de los extremistas que secundaron la convocatoria del movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) y su rama Legida con motivo de su primer aniversario, eran conocidos por la Policía y lo mismo se aplica a los ‘hooligans’ que eligieron el bando contrario para ejercer la violencia.
Según la policía, que sólo en Leipzig había desplegado un operativo con 2.000 agentes, algunos de los individuos detenidos ya estaban fichados y eran conocidos de ambientes futbolísticos.
En las manifestaciones, durante las que se enarbolaron pancartas con lemas como “Refugiados Violadores no son bienvenidos”, en alusión a los trágicos acontecimientos vividos la pasada Nochevieja en Colonia, participaron según fuentes policiales unas 3.400 personas.
La contramanifestación contra el racismo y la xenofobia que propagan estos movimientos sacó a la calle a un millar de personas.
La ola de agresiones ocurridas la pasada Nochevieja en Colonia y otra docena de ciudades alemanas, presuntamente cometidas por cientos de hombres norteafricanos y árabes, entre ellos también refugiados, ha creado fuertes divisiones en la sociedad alemana, aunque con un mismo denominador de indignación y rechazo social.