La cifra oficial de muertos asciende a 38 aunque hay más de 100 personas desaparecidas.
Cuatro personas han sido rescatadas con vida dos días después del terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter registrado en Taiwán el sábado.
Hasta el momento, se han contabilizado 38 muertos, la mayoría de ellos murieron al derrumbarse los edificios de Wei-kuan, en Tainan. Uno de los supervivientes es una niña de sólo 8 años que ha permanecido atrapada casi 60 horas bajo las ruinas de un complejo residencial en Tainan. La niña, llamada Lin Su-Chin, estaba consciente y ha sido trasladada al hospital. Minutos después también era rescatada Chen Mei-Jih, tía de la pequeña.
Un hombre de 40 años ha sido rescatado con una grúa, después de haber pasado más de 50 horas debajo de un edificio . Una de sus piernas estaba atrapada entre varios pilares y los equipos de rescate tardaron más de 20 horas en sacarlo. “No sabemos si podrá conservar la pierna pero los médicos harán todo lo posible para curarle”, ha declarado el alcalde de Tainan, William Lai.
Una mujer de 45 años también ha sido rescatada después de que los equipos de emergencia escucharan sus gritos. Su marido -cuyo cadáver estaba encima de ella- y su hijo de dos años han muerto y otros cinco miembros de su familia continúan desaparecidos.
Más de 100 personas siguen desaparecidas bajo las ruinas que ha dejado el terremoto. El balance de víctimas va subiendo cada hora pero aún hay esperanza de encontrar a más supervivientes.
Los equipos cuentan con grúas, taladradoras y perros y están alerta al menor signo de vida. Pero sus esfuerzos a veces se ven frustrados por la necesidad de asegurar que los edificios que aún quedan en pie no se vengan abajo.
El presidente taiwanés Ma Ying-jeou ha prometido que el gobierno hará todo lo que está en su mano para encontrar más supervivientes en las “72 horas que son fundamentales”. Pasado este tiempo, las esperanzas de encontrar vida se desvanecen.
Una investigación se ha abierto para esclarecer las causas del derrumbe de todo el complejo residencial mientras muchos supervivientes critican la falta de seguridad. La presidenta elegida, Tsai Ing-weng, que tomará el poder en mayo, ha informado de que el nuevo gobierno hará de la seguridad en las infraestructuras una de sus prioridades.
En 1999, un terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter, mató a 2.400 personas.