La instantánea nocturna muestra a Jean Paul Gebben, de 51 años, con una chica de 17. “No he cometido ningún crimen, no la he asaltado, no la he besado”, se defiende.
Las fiestas en Holanda no tienen edad, ni tampoco entienden de relaciones de parentesco. A lo largo y ancho del país, si hay algo que celebrar, es habitual que la cita reúna a padres, hijos e incluso abuelos. Cerveza en mano, los jóvenes disfrutan de los tabús reservados para adultos y los mayores se divierten como si volvieran a ser niños. Quizás sea por ello que Jean Paul Gebben no encontró nada extraño en salir a tomarse unas copas junto a su hijo y los amigos de éste a la Plaza Mayor de Arnhem, municipio situado a una hora de Ámsterdam en el que hasta este lunes era alcalde.
En algún momento de esa noche del sábado 27 de febrero, alguien fotografió a Gebben apoyado en una pared, junto a una chica -descrita por la prensa local como “una amiga de uno de sus hijos”-. La mano de ésta destaca sobre su hombro. A raíz de la publicación de la instantánea, el hombre, de 51 años, pidió perdón y aseguró que no había nada inapropiado en la relación que mantenía con la joven, de 17: “No he cometido ningún crimen, ningún delito; no la he asaltado, no la he besado”.
Sin embargo, las explicaciones de Gebben y sus lamentos por lo que él mismo ha descrito como “una gran estupidez” no fueron suficientes para la oposición municipal, que exigió la dimisión del político del VVD, el partido liberal que gobierna en Países Bajos. Por causa de la “difícil relación” que la fotografía le ha causado con los demás miembros del ayuntamiento, según narran los diarios local, Gebben dimitía este lunes, semanas después de aquella noche de fiesta.
Antes de presentar su renuncia, Gebben expresó que la historia le había “golpeado duramente, porque no pasó nada”. El ex edil contó que esa noche volvió a casa en taxi, solo, y que la chica se despidió de él con tres besos en las mejillas (el saludo tradicional en Holanda son tres besos). Los medios holandeses añaden que, debido a su estado de embriaguez, llegó al vehículo ayudado por un policía.
La formación socialdemócrata (PvDA) del ayuntamiento de Renkum ha expresado en un comunicado que “el incidente provocó una ruptura de la confianza entre el alcalde y el consejo municipal”. Respetando la decisión de Gebben, el PvdA concede que “para él es una tragedia personal”.
Gebben llegó a la alcaldía de la citada localidad del municipio de Arnhem en 2007 y fue reelegido en 2013. Ahora se marcha con una lección aprendida: “Como padre, y mucho menos como alcalde, no debería andar borracho por la Plaza Mayor (Korenmarkt)”, ha reconocido. El demócrata-cristiano Hein Bloemen sustituye desde este martes al liberal al frente del consistorio.