El especialista colombiano Bernal Contreras explicó que crecerá el consumo de estas sustancias.
Las encuestas de consumo marcan desde hace tiempo la fuerte irrupción de las drogas sintéticas, incluso con más peso que la cocaína, entre los jóvenes. Sin embargo, ese sostenido avance no despertó demasiadas alarmas públicas fuera del círculo de expertos en adicciones y narcotráfico. Fueron las muertes en la fiesta electrónica en Costa Salguero las que pusieron el foco de atención colectiva sobre ese tema. “Ya no son una amenaza, sino una realidad. El consumo de drogas sintéticas en América latina supera al de cocaína y al de heroína sumados. Y tenemos que estar preparados para enfrentarnos con una nueva ola de consumo”, definió el colombiano Héctor Hernando Bernal Contreras, asesor sobre drogas y precursores químicos de las oficinas especializadas de la ONU.
“Las drogas sintéticas no reemplazarán a las de origen vegetal (como la cocaína y la marihuana), sino que se trata de una diversificación del consumo. Esto no es una moda; estas drogas, con ganancias estimadas en 300.000 dólares por kilogramos, llegaron para quedarse por mucho tiempo”, argumentó Bernal Contreras durante una charla desarrollada en la Cátedra Colombia de la Universidad Di Tella.
Con más de 600 sustancias psicoactivas de venta ilegal conocidas en el mundo y un frenético ritmo de aparición de nuevos compuestos cada semana, las llamadas drogas de diseño plantean desafíos diferentes a las alternativas utilizadas contra las drogas vegetales, tanto en el campo de control de la oferta como en el de reducción de la demanda.
“Para la Justicia se plantean nuevos interrogantes operativos. La mayoría de las sustancias no se encuentran dentro de las listas de controladas. Y en muchos casos hay que preparar a los fiscales para que sepan de qué se trata. Por ejemplo, una pequeña cartulina puede tener 1000 troqueles de NBome25 y cada dosis sólo contiene millonésimas partes de la sustancia. Pero lo cierto es que tiene un valor superior a dos kilogramos de cocaína y quizá judicialmente aún no se lo piensa así”, comentó el experto colombiano, que se reunió en Buenos Aires con un grupo de fiscales encabezado por Alejandra Gils Carbó.
Uno de los problemas inmediatos que presentan las drogas sintéticas está representado por su facilidad de producción. Ya no se trata del control de zonas de ingreso, como en el caso de cocaína y marihuana, sino que esa elaboración atomizada hace necesarios otros esquemas de investigación criminal. “A diferencia de las drogas vegetales, para esta producción no se necesitan grandes extensiones de terreno ni condiciones climáticas especiales. Se puede hacer directamente en el baño de la discoteca en la que se venderá”, indicó el especialista de la ONU.
De todas maneras, las fantasías impulsadas por series de TV sobre profesores de química que pueden meterse en ese negocio parecen lejanas a la realidad. Las rutas y comercialización de esas drogas sintéticas son mantenidas en control de los habituales grupos narcos: “Uno no introduce en el mercado esta mercancía sólo porque sabe técnicamente cómo hacerlo; es un mercado que está manejado por los carteles, como ocurre en México con el negocio de la metanfetamina”.
Las muertes en Costa Salguero hace tres meses parecieron sorprender a todos. Incluso a los médicos, que no podían determinar qué sustancias habían consumido las víctimas. Pero una situación así no llama la atención a quienes analizan esos casos en las oficinas de la ONU.
“Las drogas sintéticas que se consumen en la región latinoamericana están todas adulteradas. Se cortan en su producción con medicamentos de cualquier tipo. En Colombia se han encontrado presuntas pastillas de éxtasis que además contenían 23 compuestos diferentes. Ni el que lo produce, ni el que lo vende, ni el que lo consume, ni el que debe atender a un intoxicado saben qué reacciones provocarán esas drogas”, señaló el experto colombiano.
La charla en la Universidad Di Tella fue moderada por Juan Gabriel Tokatlian, a cargo de la Cátedra Colombia, quien indicó la necesidad de hacerse una pregunta clave, sin estigmatizar a los jóvenes: “Las drogas sintéticas tienen prevalencia de consumo en las clases media y alta, y habrá que preguntarse por qué penetró tan rápido esta clase de drogas en el universo joven”.
En tanto, Mariano Donzelli, ex subsecretario de la Sedronar, detalló las particularidades de los sistemas de control de sustancias implementados en el mundo. “Uno es el sistema de lista en la que cada sustancia figura exactamente con sus componentes, que requiere una actualización permanente con la inclusión de nuevas sustancias, y es el usado en la Argentina”, explicó.
“En Europa -agregó- se utiliza en general el sistema de grupo, en el que de una sustancia núcleo consignada se pueden desprender controles sobre derivados. Mientras que en los Estados Unidos y Nueva Zelanda se usa el sistema de análogos, en el que se considera como sustancia controlada aquella que por más que no figure en la lista tenga similares efectos psicoactivos a otras que sí aparezcan en la norma.”
Portaban 200 dosis de éxtasis
Una pareja fue arrestada por la Policía Federal de la ciudad en el barrio de Saavedra cuando se encontraron en su poder 200 pastillas de éxtasis. El procedimiento se realizó en un edificio situado en la calle Pico al 1700, al que los agentes llegaron al ser advertidos sobre una discusión en esa propiedad, según se indicó en un comunicado. Los sospechosos fueron requisados frente a testigos. Las pastillas de droga sintética fueron encontradas en una bolsa de perfumería.