Tras años de gestión de la Cancillería Colombiana, nada se pudo hacer para evitar la pena de muerte por vender drogas al periodista de 74 años. El adiós de su hijo.
China ejecutó este martes a Ismael Enrique Arciniegas, el primer colombiano sometido a pena de muerte en ese país por cargos de narcotráfico, según informaron fuentes diplomáticas de Colombia.
La cancillería colombiana “expresa sus condolencias a los familiares de Ismael Enrique Arciniegas Valencia. Se luchó hasta el último minuto por su vida”, dijo en Twitter el organismo poco antes de la medianoche del lunes.
“Después de varios años de gestiones diplomáticas las autoridades chinas rechazaron las solicitudes de súplica para conmutar su condena”, añadió la cancillería, que acompañó a Arciniegas, de 74 años, y medió para que se despidiera de su hijo.
El lunes, la embajada china en Bogotá había confirmado que era imposible frenar la ejecución de Arciniegas, detenido a mediados de 2010 y condenado a muerte tras reconocer que llevaba casi cuatro kilos de droga por 5.000 dólares.
Según informó Liu Tao, vocero de prensa y director de la sección política de la embajada de China en Colombia, alguien descubierto con 50 gramos de estupefacientes (opio, heroína, cocaína, marihuana y otros) puede ser condenado en su país a desde 15 años de prisión hasta pena de muerte, pasando por cadena perpetua, sin importar su nacionalidad.
El último adiós. Su hijo, Juan José, de 35 años, se despidió la noche del lunes de Arciniegas y dijo a periodistas que su padre asumió la situación con serenidad, al poder “darle un parte de tranquilidad a su familia, porque estábamos sufriendo durante muchos años y esto es como el fin de este ciclo”.
Residenciado en Cali, donde regenta una tienda de tatuajes, Juan José tiene el rostro de Ismael Enrique grabado en el pecho: con gafas y entrado en años, se ve afable en esa imagen.
Voy a “tratar en lo posible que no se vaya a malinterpretar su imagen, porque es un periodista, un gran ser humano, no es un delincuente”, dijo.
Un hermano con la misma suerte. Juan José también contó que el narcotráfico “destruyó completamente” su familia, porque su tío, hermano de Enrique, murió en China en 2013 de un derrame cerebral mientras pagaba una condena de 12 años por drogas.
Luis Germán, hermano de Ismael Enrique, aceptó llevar una carga y estuvo detenido en Macao (región administrativa especial dentro del territorio chino).
Ahí sufrió un derrame cerebral y a pesar de las gestiones de las autoridades colombianas terminó muriendo en prisión por complicaciones de salud en septiembre de 2013.
Narcotráfico y prisión. El hijo del condenado contó que Arciniegas vivió “condiciones infrahumanas” en China, donde estuvo encadenado y recibiendo solo una hora de sol semanal, y explicó que cuando en 1980 comenzó a escribir un libro sobre el narcotráfico “se involucró con cierto tipo de personas y (…) tomó una decisión equivocada”.
No es el único colombiano. Ismael Enrique Arciniegas Valencia tampoco era el único colombiano preso en China por tráfico de drogas. En China hay otros cuatro colombianos condenados a muerte por tráfico de estupefacientes, 10 a pena de muerte suspendida por dos años, y 15 a cadena perpetua, según la cancillería.
En el mundo, de acuerdo a la información del gobierno colombiano, hay 15.034 ciudadanos de este país presos, de los cuales el 56,7% están detenidos por narcotráfico.
Colombia es el principal cultivador mundial de hoja de coca, materia prima de la cocaína, con 96.000 hectáreas de sembradíos, y también el mayor productor de esa droga con 646 toneladas en 2015, según la ONU.