El ingeniero analizó en la 99.9 la situación global que se presenta para el país en materia de exportación de soja, aunque aclaró que “Argentina es grande en términos de producción, pero el 85% de lo que produce se muele en Rosario que es el polo concentrado de molienda de soja más eficiente del mundo. Lo que produce y exporta Argentina es harina y aceite de soja, no grano”.
La disputa por los aranceles a la soja entre China y Estados Unidos puede ser una oportunidad para Argentina en cuanto a las posibilidades de exportación. El ingeniero Hernán Fernández Martínez aclaró en la 99.9 algunos puntos importantes sobre el contexto global.
“Hay una oportunidad para Argentina”, dijo primeramente. Luego abundó: “el mercado del poroto de soja tiene un gran comprador que es China y tres grandes proveedores que son Brasil, Estados Unidos y Argentina. Hay que aclarar que Brasil y Estados Unidos le exportan el 90% de lo que China importa”.
Sin embargo, nuestro país no es fuerte en la exportación del grano de soja, sino de otros productos porque tiene una herramienta importante: “Argentina es grande en términos de producción, pero el 85% de lo que produce se muele en Rosario que es el polo concentrado de molienda de soja más eficiente del mundo. Lo que produce y exporta Argentina es harina y aceite de soja, no grano. Si esos aranceles hacen que Estados Unidos le venda menos a China, va a necesitar comprarlo en otro lado. China importa casi 100 millones de toneladas de grano de soja por año cuando Argentina produce 38 millones”, cuantificó.
Las ventajas que propone Rosario tienen que ver con la salida directa al mar, algo que no tienen ni Brasil ni Estados Unidos:“hay un tema logístico internacional que es importante. Rosario está visto a los ojos del mundo como un lugar de extremada eficiencia logística. Se pueden originar alrededor de 30 o 35 millones de toneladas de grano de soja en un radio de 300 kilómetros a la redonda, eso no se da en ningún otro lado del mundo y sale directamente desde el Río Paraná sin tener que transportarlo muchos kilómetros como Brasil y Estados Unidos que recorren más de 1.500 kilómetros”, explicó Fernández Martínez.
El clima también juega un factor preponderante en las cosechas, no sólo de soja, y en el país parece un tema favorable: “hay que descreer de los pronósticos a muy largo plazo. La realidad medible de hoy indica que la temperatura del pacífico ecuatorial se ha elevado y en principio, se reduce la incidencia de la niña de la que veníamos. A veces pasan cosas impredecibles, pero se están normalizando los perfiles en Argentina. El precio del trigo en enero del año próximo vale 190 dólares y ese precio por tonelada en un año normal deja muy buenos resultados”, concluyó.