Un informe global señala que podría extenderse la esperanza de vida. Pero que todo depende de las políticas de salud pública.
¿Cuánto vivirán los argentinos en 2040? Un estudio conocido hoy a nivel global plantea varios escenarios. Dos años atrás, la esperanza de vida promedio era de 76.7 años, lo que ubicaba al país en el puesto 65 entre 195 naciones. Si continúan las tendencias recientes de salud, en 2040 la esperanza de vida promedio podría llegar a los 78,8 años, es decir, un aumento de 2,1 años. Por el contrario, la esperanza de vida podría aumentar 6.3 años en un escenario óptimo de salud o disminuir hasta 0.8 años en un peor escenario de salud.
El estudio publicado por la revista médica internacional The Lancet plantea dos variables: pero escenarios y mejor escenario. Pero tanto en uno como en otro, proyecta un aumento significativo en las muertes por enfermedades no transmisibles (ENT), que incluyen diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad renal crónica y cáncer de pulmón, así como el empeoramiento de los resultados sanitarios vinculados a la obesidad.
En un “peor escenario”, casi la mitad de las naciones podrían enfrentar una menor esperanza de vida, mientras que “el mejor escenario” encuentra que casi 50 naciones ganan 10 años o más de expectativa de vida.
En 2016, las 10 principales causas de muerte prematura en Argentina fueron la cardiopatía isquémica, las infecciones respiratorias bajas, los accidentes cerebrovasculares, las lesiones viales, el cáncer de pulmón, la EPOC, el suicidio, los defectos congénitos de nacimiento, las complicaciones neonatales del parto prematuro y la enfermedad renal crónica. En 2040, sin embargo, se espera que las causas principales sean la cardiopatía isquémica, las infecciones respiratorias bajas, la enfermedad renal crónica, el derrame cerebral, el cáncer de pulmón, la diabetes, el cáncer de colon y recto, la EPOC, el suicidio y el cáncer de mama.
Sin embargo, hay “un gran potencial para alterar la trayectoria descendente de la salud” al abordar los factores de riesgo clave, los niveles de educación y el ingreso per cápita, dicen los autores.
“El futuro de la salud del mundo no está preestablecido, y hay una amplia gama de trayectorias plausibles -dijo Kyle Foreman, director de Ciencia de Datos del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, y autor principal del estudio-. Pero si vemos un progreso significativo o un estancamiento, depende de cómo los sistemas de salud abordan bien o mal los factores clave de la salud”.
Según Foreman, los cinco principales impulsores de la salud que explican la mayor parte de la trayectoria futura de la mortalidad prematura son la presión arterial alta, el índice de masa corporal alto, el alto nivel de azúcar en sangre, el consumo de tabaco y el consumo de alcohol. La contaminación del aire ocupa el sexto lugar.
España estará en el primer lugar en el mundo en 2040 (esperanza de vida promedio de 85.8 años), un aumento desde el cuarto lugar en 2016 (esperanza de vida promedio de 82.9 años). Japón, que ocupa el primer lugar en 2016 (esperanza de vida de 83.7 años), bajará al segundo lugar en 2040 (esperanza de vida de 85.7 años).
En tercer lugar estará Singapur (85,4 años), cuarto Suiza (85,2 años), quinto Portugal (84,5 años), sexto Italia (84,5 años), séptimo Israel (84,4 años), octavo Francia (84,3 años), noveno Luxemburgo (84,1 años) y décimo Australia (84,1 años). En contraste, los países con menos esperanza de vida serán Lesotho, Swazilandia, República Centroafricana y Sudáfrica
“Las desigualdades seguirán siendo grandes -dijo Christopher Murray, director de IHME-. La brecha entre los escenarios ‘mejor’ y ‘peor’ se reducirá, pero seguirá siendo significativa. En un número sustancial de países, demasiadas personas continuarán ganando ingresos relativamente bajos, seguirán teniendo poca educación y morirán prematuramente”.
En el “peor” escenario, la esperanza de vida disminuye en casi la mitad de todos los países en la próxima generación. Específicamente, 87 países experimentarán una disminución y 57 verán un aumento de un año o más. En contraste, en el “mejor” escenario, 158 países ganarán en esperanza de vida al menos cinco años, mientras que 46 naciones pueden ganar 10 años o más.
En 2016, 4 de las 10 causas principales de mortalidad prematura fueron enfermedades no transmisibles (ENT) o lesiones; en contraste, en 2040, ese número aumenta a ocho. Se estima que las ocho enfermedades no transmisibles o lesiones que estarán entre las 10 primeras causas de mortalidad prematura en 2040 serán cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, EPOC, enfermedad renal crónica, Alzheimer, diabetes, lesiones viales y cáncer de pulmón.
“El rango de escenarios ‘mejores’ y ‘peores’ permite a las partes interesadas examinar posibles cambios para mejorar los sistemas de salud a nivel local, nacional y mundial -dijo Murray-. Estos escenarios ofrecen nuevas perspectivas y ayudan a enmarcar la planificación de la salud, especialmente en lo que respecta a largos períodos de retraso entre las inversiones iniciales y su impacto, como en la investigación y el desarrollo de medicamentos”.