Según un estudio realizado por especialistas, sólo 1 de cada 10 confesó que preservaría el bienestar del ladrón.
7 de cada 10 personas se defenderían de un asalto sin importarle la vida del delincuente con tal de proteger a su familia, según un estudio realizado por especialistas. En tanto, sólo 1 de cada 10 confesó que preservaría el bienestar del ladrón, lo que pone de relieve cómo conviven los argentinos con la inseguridad.
El informe, realizado por la ONG Defendamos Buenos Aires, confirma que los recientes casos en los que un médico mató a su asaltante en Villa Hermosa y un carnicero hizo lo propio atropellando a un malviviente en Zárate, no son excepciones a la regla sino que existe en la población un pensamiento tendiente a repeler como sea los hechos de inseguridad.
Además de la percepción de la defensa legítima por parte de la gente, el relevamiento entregó datos que reflejan que la mayoría siente que la inseguridad empeoró en 2016 y ve como motivos principales la falta de presencia policial en la calle y el ineficiente accionar de la Justicia para encarcelar criminales.
Según el titular de Defendamos Buenos Aires, el abogado Javier Miglino, hay una clara percepción social de que la problemática sigue creciendo, tanto en la Capital Federal como en el Conurbano bonaerense y, según el barrio donde se pregunte, las situación llega a niveles alarmantes.
La encuesta, realizada entre mayo pasado y este mes, releva los testimonios de 10 puntos de la Ciudad de Buenos Aires y 16 de la Provincia, entrevistando a un total de 1.646 personas. Al respecto, Miglino consideró que “las conclusiones obtenidas resultan francamente alarmantes”.
Los ciudadanos, consultados acerca de si se defenderían aún ocasionando la muerte del criminal si ingresara a su casa o pusiera en riesgo su vida o la de su familia, respondieron contundentemente que sí.
Del informe se desprende que, en total, un 71% lo haría, mientras que apenas un 11% respondió que no, dejando un 18% que no sabe cómo respondería frente a esa situación límite.
Entre los encuestados, un 66% siente que la inseguridad desmejoró este año en relación con 2015, al tiempo que sólo un 28% opinó lo contrario, con un 6% de indecisos.
A pesar de eso, el margen se reduce ante la pregunta de si cada uno teme que al salir de su casa pueda resultar víctima de un delito: un 58% confesó que el miedo existe y un 32% negó esa posibilidad, con un 10% de gente que no se pronunció.
En tanto, por mayoría abrumadora, un 84% se quejó por la falta de oficiales de policía en la calle, contra un 11% que se mostró satisfecho con el personal de la fuerza de seguridad y un 5% de indecisos.
Similar es lo que ocurre en la Justicia, ya que un 69% consideró que jueces y fiscales no están cumpliendo su obligación legal, encerrando a los delincuentes en la cárcel, frente a un 22% que avaló el accionar judicial, dejando apenas un 9% que no respondió.
Con respecto al estudio, la ONG precisó que, para consultar a la gente, “en todos los casos se utilizó la vía pública en horarios laborales y sin connotación política alguna en diferentes barrios porteños y también en sectores del Conurbano”.
Como conclusión, Miglino sentenció: “Queda probado que la gente percibe que hay más inseguridad que el año pasado, que faltan policías en la calle, que jueces y fiscales no están haciendo su trabajo y que, en caso de fuerza mayor, ante la presencia de un delincuente que pusiera en riesgo su vida o la de sus familiares, no dudaría en defenderse aún a costa de causar un daño irreparable al criminal”.