8M en París: feministas judías evacuadas tras actos de violencia

Insultos antisemitas, lanzamiento de proyectiles, amenazas… Las activistas de los grupos Nous vivrons (Viviremos) y No Silence (No al silencio) tuvieron que ser evacuadas de la marcha por los derechos de las mujeres por la policía.

Nota de Le Point, por Nora Bussigny (traducido y publicado con su permiso)

Tras insultos antisemitas, intentos de agresión, amenazas y lanzamiento de proyectiles, los grupos Nous vivrons y No Silence tuvieron que ser finalmente evacuados de la manifestación organizada en París con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Mujer, el viernes 8 de marzo. Las militantes de los colectivos judíos habían acudido para manifestarse en favor de las mujeres israelíes víctimas del atentado de Hamás del 7 de octubre, algunas de las cuales siguen secuestradas por el grupo terrorista.

“Escuchamos consignas como ‘sucias judías’, ‘nazis’ e ‘Israel asesino’ al pasar poco después de iniciar la marcha, pero tras la intimidación y los insultos, nos alcanzaron los proyectiles, y fue entonces cuando nos asustamos de verdad”, relata Mélanie Pauli-Geysse, presidenta de No Silence. Durante la marcha del 25 de noviembre contra la violencia hacia las mujeres, se impidió al colectivo manifestarse.

“Ni siquiera llevamos una bandera israelí, no por vergüenza, sino para no provocar a nadie y que todo saliera bien”

Tras recibir el visto bueno de los organizadores de la manifestación feminista, los colectivos No Silence y Nous vivrons quisieron que la marcha se desarrollara en las mejores condiciones posibles. “Estábamos muy orgullosas de marchar con toda la comunidad nacional porque estamos hartas de organizar actos por separado. Queríamos denunciar las violaciones que sufren las mujeres israelíes y pedir la liberación de las 14 mujeres que siguen secuestradas por Hamás. ¿Por qué no íbamos a tener derecho a hacerlo?”, insiste Sarah Aizenman, portavoz del colectivo Nous vivrons.

Antes de la manifestación, Sarah Aizenman había conversado todos los aspectos de su visita con los organizadores. “Ni siquiera llevamos una bandera israelí, no por vergüenza, sino para no provocar a nadie y para que todo saliera bien, como habíamos prometido”, explica.

“Rápidamente nos intimidaron”

Escoltadas por el Servicio de Protección de la Comunidad Judía (SPCJ), en contacto directo con la policía, el medio centenar de militantes que habían acudido a hablar en favor de las víctimas israelíes fueron inmediatamente intimidados por activistas que portaban la bandera palestina. “Llegamos al punto de encuentro a las 14.45 h en la calle de los Pirineos, y enseguida se nos fueron encima, ya que ahora éramos identificables. Muchos activistas llegaron en grupos de 10 o 15 para intentar cruzarse con nuestra procesión, pero se lo impidieron los miembros del SCPJ que nos protegían”, explica Mélanie Pauli-Geysse.

En cuanto se dieron cuenta de que era difícil alcanzar a los activistas judíos, los demás manifestantes empezaron a lanzarles proyectiles. Huevos, botellas rotas, objetos diversos… Fue al cruzar la avenida Gambetta cuando las amenazas se convirtieron en actos. “Sólo pudimos caminar unos minutos antes de que la policía tuviera que evacuarnos por nuestra propia seguridad. Varias de nosotras fuimos alcanzadas y heridas por los proyectiles, pero afortunadamente nos pusimos a salvo”, suspira Leslie, una activista que estuvo presente el 8 de marzo.

En los videos que ha podido ver Le Point se escuchan insultos, intimidaciones y consignas como “sionistas, fascistas, ustedes son los terroristas” e “Israel asesino” lanzadas por los manifestantes. Se ondearon muchas banderas palestinas.

¿Intimidación premeditada?

Antes de la manifestación, el colectivo de extrema izquierda Urgence Palestine protestó en las redes sociales contra la presencia de los colectivos Nous vivrons y No Silence. “En un momento en que miles de mujeres palestinas están siendo asesinadas, heridas y encarceladas por las fuerzas de ocupación, los miembros del marco unido acuerdan marchar el 8 de marzo con el colectivo sionista Nous vivrons”, dijo Urgence Palestine en X (antes Twitter).

El colectivo Nous vivrons, que consiguió capturas de pantalla de la conversación de Telegram del colectivo Urgence Palestine, reveló mensajes que mostraban que activistas propalestinos se habían organizado para impedir que los colectivos participaran en la manifestación. “He tenido que marcharme, pero mis amigos de Asamblea General están dispuestos a discutir la idea de impedir que los sionistas accedan a la Bastilla”, “Bueno, fueron exfiltrados por la policía, hacía se puso pesado para ellos, muchos jóvenes las acosaban”, reza la captura de pantalla.

Mientras que todos los activistas, sin excepción, alabaron la actuación de la policía, los colectivos se mostraron consternados por lo que habían presenciado. Leslie, que ya estuvo presente en la manifestación feminista del 25 de noviembre, la calificó de “culminación de la violencia”.

Sarah Aizenman no estaba preparada para tanta violencia. “Sentí un dolor infinito y no dejaba de preguntarme: ‘¿Qué les hicimos? ¿Por qué nos odian tanto?”. Esperaba provocaciones, pero nunca habría imaginado esto”, lamentó la portavoz del colectivo Nous vivrons. En el momento de la publicación de este artículo, los dos colectivos no habían recibido ningún mensaje de los organizadores de la manifestación.