Un antiguo testaferro de Ángel de Cabo reveló cómo le pagó al ex-presidente de la CEOE en dinero negro por la venta de Marsans. Otro testigo confesó que el “liquidador” y el jefe de la patronal pactaron estafar a Gonzalo Pascual.
El ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, autor de la mítica frase “hay que trabajar más y cobrar menos“, se embolsaba 100.000 euros mensuales en negro por la venta de viajes de Marsans, “‘liquidador” de la empresa Ángel de Cabo. “Yo iba a una sucursal de La Caixa en Valencia a sacar esa cantidad, la guardaba en una mochila y se la daba al propio Díaz Ferrán“, declaró José Vicente Samper, antiguo empleado de De Cabo, al juez de la Audiencia Nacionale.
Su testimonio figura en el sumario de la causa por delito de alzamiento de bienes y blanqueo de dinero, causa por la que están detenidos desde el pasado 5 de diciembre tanto Díaz Ferrán como De Cabo y otros testaferros de éste último. El juez los acusa de haber diseñado una estrategia para aparentar insolvencia patrimonial y no pagar a los más de 10.000 acreedores a los que adeuda más de 40 millones de euros.
En las diligencias judiciales se refleja cómo antiguos colaboradores de De Cabo permitieron a la Policía estrechar el cerco sobre el “modus operandi” del empresario valenciano, que compró ante notario Viajes Marsans el 9 de junio de 2010 por tan sólo 3.060 euros. La compra se hizo a Díaz Ferrán y su socio ya fallecido, Gonzalo Pascual. La transacción incluyó un pacto secreto por el que se comprometió un pago de 8 millones de euros mediante la entrega mensual de 100.00.
José Vicente Semper compareció en octubre del año pasado ante la Policía. El pasado 19 de diciembre, ante el juez Velasco y el fiscal del caso Daniel Campos, confesó cómo había sido utilizado por De Cabo en sus maniobras: “yo era un mero comercial, pero los servicios que me requirió De Cabo fueron los de testaferro a cambio de una nómina”.
Semper relató cómo Angel de Cabo manifestaba ser un gestor de empresas en crisis, y que en realidad “no las gestionaba sino que las liquidaba” vendiendo el patrimonio y poniendo “fechas ficticias anteriores a las reales antedatando contratos para conseguir falsamente deudas preferentes a auténticos acreedores mejores“.
El testigo aseguró que fue el propio Ángel de Cabo quién le confesó que, por la venta de Marsans, tenía que ir pagando “bajo cuerda y sin ningún papel firmado 100.000 euros mensuales durante tres años” al ex-presidente de la CEOE. Semper mismo iba a la oficina bancaria, sacaba el dinero, lo metía en una mochila y se lo daba a Díaz Ferrán. En otras ocasiones le daba el dinero a De Cabo en fechas en que el ex-presidente de la CEOE viajaba a Valencia.
Sobre el mismo asunto, también declaró ante la Policía y el juez Jorge García Téllez otro testigo clave en la causa. Aseguró que actuó como “correveidile” que decidió abandonar esas tareas para colaborar con la justicia y “poder vivir en paz“.
García Téllez, que tuvo a su nombre empresas del entramado de De Cabo, como Vittori, Aszendia Asociados 21 o Real Xatur, explicó que su jefe le pagaba 3.000 euros al mes más gratificaciones esporádicas; en agosto de 2009 recibió entre 2.000 y 3.000 euros por las gestiones de Marsans.
El compareciente explicó que participó en la reunión celebrada en un edificio de la calle Serrano de Madrid, junto a Díaz Ferrán, Gonzalo Pascual y De Cabo, “en la que pactaron que, a cambio de la venta del grupo Viajes Marsans, De Cabo le daría a Pascual de 7 a 8 millones de euros, y también los mismos a Díaz Ferrán, en entregas temporales“.
Durante 2010 y 2011, García Téllez fue a la misma sucursal de La Caixa de Valencia cuando Díaz Ferrán iba a la ciudad. Sacaba 100.000 euros que entregaba a De Cabo o a su secretaría, Susana Mora. Esos reintegros al banco los llegó a hacer 15 veces al año.
El testigo dijo conocer que De Cabo hizo varias entregas del dinero pactado a Díaz Ferrán, pero ninguna a Gonzalo Pascual, ya que en realidad “nunca pensó hacerlo“. De hecho, García Téllez sostuvo ante el juez que “había un pacto entre Gerardo Díaz Ferrán y De Cabo para estafar a Pascual, quedando los dos en montar alguna empresa para mantener a flote algunas de Marsans marginando a Pascual, que era reacio a vender; cosa que tampoco ha llegado a cumplir De Cabo con Ferrán“.
Según este ex-colaborador, De Cabo “nunca tuvo intención de reflotar las empresas que compró. Nunca le he visto ni pagar deudas ni solventar pasivos de empresas en quiebra sino mas bien liquidarlas o convertirlas en activos“.
Como ejemplo, mencionó la única empresa con valor del Grupo Marsans, Traspasor, hoy llamada Naturaleza y Turismo. De acuerdo al testigo, genera unos beneficios por 4 millones de euros al año y fue “de donde salieron los 10 millones de euros, parte de los cuales están embargados en esta causa“.
García Tellez fue testigo de “cómo De Cabo ordenaba a abogados, contables y financieros antedatar o predatar contratos inexistentes para perjudicar a acreedores reales con falsas fechas preferentes“.
La causa contra Díaz Ferrán se abrió en la Audiencia Nacional a raíz de una denuncia del despacho de abogados Ashurst en nombre de cuatro grandes acreedores de Marsans (Meliá, AC Hoteles, Pullmantur y Orizonia).