Si en lugar de pagar un alquiler tienen que pagar una hipoteca, esta cantidad asciende hasta los 548,76 euros.
Los españoles que llegan a la tercera edad sin tener una casa en propiedad corren un grave riesgo de exclusión social. Este problema ya es una realidad y su magnitud puede llegar a dispararse en el futuro debido a la dificultad de acceder y hacer frente a una hipoteca, al envejecimiento de la población y a la inestabilidad del sistema de pensiones. La relación entre los pensionistas y la vivienda cada vez es más complicada. Según un estudio de pisos.com, con una pensión de jubilación media de 1.142,67 euros al mes y una cuota hipotecaria de 593,91 euros, los jubilados comprometen cada mes el 52% de sus ingresos, un porcentaje que se eleva hasta el 86% en el caso del alquiler, cuya media mensual es de 982 euros. Esta situación es aún peor que en 2018 debido a la asfixiante subida del precio de los arrendamientos. Por aquel entonces, pese a que la jubilación media quedó fijada a final de año en 1.107,49 euros, los porcentajes fueron del 51% para la hipoteca y del 80% para el alquiler.
Estos porcentajes se disparan si se hace la media entre los diferentes tipos de pensiones: jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares. Teniendo en cuenta esta premisa, la relación entre la pensión media (995,02 euros mensual) y la hipoteca (593,91 euros de media) es del 60%. En el caso de que uno de estos pensionistas esté en régimen de alquiler, el pago mensual de su vivienda se comería hasta el 99% de sus ingresos. Pagar facturas o incluso comer se convierte en misión imposible. De nuevo, pese a que la media de pensiones en 2018 (960,98 euros al mes) fue menor, los precios más bajos, tanto de hipoteca (568,40 euros al mes) como de alquiler (890 euros al mes), situaron los porcentajes en el 59% y el 93%, respectivamente.
Ferra Font, director de estudios de pisos.com, advierte de que, “si la mayoría de los pensionistas en España no tuviera su casa ya pagada, este sector de la población sería muy vulnerable y tendría un grave problema”. El experto indica que “esta relación desproporcionada, sobre todo en el mercado del alquiler, puede generalizarse en un futuro si no se fomenta el acceso a la vivienda bajo unas condiciones de precio y financiación razonables. Además, los jubilados de mañana no tienen asegurada su pensión, por lo que ser propietario de un activo inmobiliario puede marcar la diferencia”.
Analizando estos datos por comunidades, Baleares (82%), Madrid (65%), Cataluña (60%) son las regiones donde los jubilados tienen más problemas para pagar la hipoteca, y Asturias (32%), Extremadura (37%) y Murcia (38%), donde menos. En el mercado de arrendamiento, los máximos y los mínimos los marcan las mismas regiones que el año pasado. Los jubilados de Baleares (136%), Madrid (133%), Cataluña (107%) son los que más dinero comprometen. En Asturias (44%), Extremadura (49%) y Castilla-La Mancha (53%) es donde los jubilados destinan menos porcentaje de su pensión a pagar la renta del alquiler.
Pisos compartidos para jubilados
Esta precaria situación ha dado lugar a iniciativas como la de la ONG “Hogares compartidos”. El elevado precio de los alquileres ha provocado que personas mayores de 65 años tengan que compartir piso. Aunque este escenario pueda parecer aislado, la lista de espera para participar en este programa de vivienda valenciano cada vez es mayor. Las viviendas son pisos con ascensor, con un mínimo de cuatro habitaciones, completamente equipadas, con seguro de vivienda y con unos gastos mesuales que rondan los 20 euros. Los seleccionados para habitar estos hogares solidarios cuentan además con la supervisión puntual de voluntarios. Desde la organización han hecho varios llamados a propietarios para poder ampliar su oferta de pisos.