El economista analizó en la 99.9 el sentido del término estatolatría que define a quienes pretenden que el estado les de todas las respuestas. Además, habló de los desafíos que tenía el gobierno de Macri.
Que una gran parte de la población tenga una dependencia directa del estado tiene un nombre técnico: estatolatría. Esta palabra la utilizó el economista y profesor universitario Adrián Ravier en la 99.9 explicando de que se trata.
“El problema de Argentina es cultural. En otros tiempos se le pedía a Dios por trabajo y salud, pero hoy la gente le pide todo al Estado. Eso hace que nos desliguemos de la responsabilidad que tenemos nosotros mismos de proveernos a nosotros y nuestros hijos. Se pierde la libertad individual y la responsabilidad de darnos nuestro sustento”, remarcó.
Los problemas empiezan cuando gran parte del pueblo empieza a creer que es la única manera de obtener lo necesario para vivir: “el estado para darnos algo, necesariamente tiene que sacar de otro lado y nos olvidamos que siempre esos recursos hay que producirlos. Lo importante acá es la generación de la riqueza, cuando eso pasa ya se empieza a distribuir. Estamos equivocando el debate”, indicó.
Por otro lado, destacó que el manejo del dinero del estado trae aparejada la corrupción y eso se ve en todos los países: “hay gente que plantea que el tamaño del gasto público es excesivo, pero además se lo roban y son ineficientes. La corrupción y la ineficiencia está asociada al estado siempre, incluso cuando vas a países muy desarrollados. No creo que Argentina tenga que discutir la eficiencia del gasto sino la reducción del mismo”.
Esa era una de las banderas del gobierno de Mauricio Macri, pero nunca avanzó para lograrlo: “el presidente tenía un desafío enorme, el gobierno gastaba más de lo que recaudaba con la presión tributaria más alta del mundo. Aún así no nos alcanza para cubrir el gasto, tenemos que emitir para cubrirlo y nos endeudamos. A quien más castigamos para mantener este estado inútil al que más perjudicamos es al trabajador y a las empresas. El campo es el más sufrido porque es el sector más productivo”.
La tarea de acomodar el gasto público es ingrata pero necesaria y recién después de 4 años se pudo lograr uno de los objetivos centrales: “había que hacer un reordenamiento de cuentas públicas para no tener que seguir emitiendo, pero después de 4 años de ajuste que hoy la gente castiga, hemos llegado a un equilibrio fiscal primario y el reordenamiento de las cuentas públicas. El pueblo ahora quiere volver a lo anterior que es lo que elevó el gasto público”, finalizó.