El líder religioso y mesiánico Makenzie Nthenge habría ordenado ayunar a sus fieles. La policía halló fosas comunes con familias enteras y busca más seguidores escondidos en los bosques. Horror y antecedentes.
Al menos 47 personas murieron en las últimas semanas en el este de Kenia, en lo que parece ser un suicidio masivo ordenado por el líder de una secta religiosa, que ordenó a sus seguidores un ayuno grupal “para conocer a Jesús”.
Desde hace una semana, las autoridades de dicho país excavan en fosas comunes, de las que han sacado restos de familias enteras, incluyendo niños pequeños. Solo este domingo hallaron 26 cuerpos.
Este escenario de horror tiene como centro la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por el líder mesiánico Makenzie Nthenge, que actualmente se encuentra detenido por la policía.
“Hoy [por este domingo] exhumamos 26 cuerpos, lo cual lleva el número total a 47”, declaró Charles Kamau, jefe de investigaciones criminales del subcomité de Malindi (este), con la contabilidad de los muertos de los últimos tres días y al precisar que las búsquedas continúan.
La semana pasada, las autoridades ya habían encontrado los restos de cuatro adeptos de la Iglesia. Los investigadores intervinieron en la zona a raíz de una información que apuntaba a una posible fosa común.
La policía keniata indicó en un informe que había sido informada de varias personas “muertas de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de que Nthenge, les lavara el cerebro”.
Makenzie Nthenge, un líder mesiánico con antecedentes
Según medios locales, Nthenge había sido detenido e inculpado el mes pasado, después de que dos niños murieron de hambre mientras estaban siendo cuidados por sus padres. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado. En 2019 también había sido detenido por un caso similar y también había salido bajo fianza.
Pero las autoridades volvieron a detenerlo el 15 de abril pasado tras descubrir los cuerpos de cuatro personas, sospechadas de haberse muerto de hambre. En esta ocasión le negaron la posibilidad de salir bajo fianza.
En Kenia han exhumado desde el pasado viernes los cuerpos de al menos 39 personas que supuestamente murieron de hambre, anunció hoy el Directorio de Investigaciones Criminales (DCI) local.
El DCI ya había informado la pasada tarde del hallazgo de 21 cadáveres, pero las excavaciones continuaron y a lo largo de este domingo los investigadores han descubierto 26 cuerpos más.
Las tumbas estaban en el bosque de Shakahola de Malindi, que pertenece al condado costero de Kilifi. Entre los muertos se ha identificado a algunos niños, enterrados junto a los que parecen ser sus padres o familiares.
“Cuando estamos en este bosque y llegamos a un área donde vemos una cruz grande y alta, sabemos que eso significa que hay más de cinco personas enterradas allí”, contó Victor Kaudo, del Centro de Justicia Social de Malindi, en declaraciones al medio Citizen TV.
El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, dijo que los 3 kilómetros cuadrados del bosque habían sido sellados y declarados escena del crimen. Hombres vestidos en uniformes blancos y con máscaras siguen cavando la tierra ocre en busca de otros cuerpos, constató el domingo un periodista de la agencia AFP.
Nthenge supuestamente nombró a tres pueblos Nazaret, Belén y Judea y bautizó a los seguidores en estanques antes de decirles que ayunaran, informó el diario The Standard.
Pero además de las búsquedas de muertos, las autoridades trabajan a contrarreloj para hallar sobrevivientes. Varios adeptos de esa iglesia se esconden aún en el bosque. Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia.
La mujer “rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, declaró a la AFP Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.
“Pedimos al gobierno nacional a enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior (del bosque) a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, añadió. Otros 11 fieles de entre 17 y 49 años, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hospitalizados la semana pasada tras ser socorridos en el bosque.
Una fuente policial afirmó que Nthenge inició una huelga de hambre y que “reza y ayuna” durante su arresto. Según medios locales, seis seguidores suyos también fueron detenidos.
“Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”,declaró a la AFP Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. Kenia es un país religioso y ha habido casos anteriores de personas atraídas a iglesias o cultos peligrosos y no regulados.