No era tan difícil, sólo era cuestión de sentido común

El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Elisabeth Fernández asumió bajo la supuesta consigna de señalarle a los argentinos la ruta de retorno a la felicidad. El 48% de la población se lo creyó.

Así estamos. Una de las primeras medidas del gobierno, fue hacer caer la licitación del gasoducto que uniría Vaca Muerta con Bahía Blanca. Luego, vinieron tres años de batallas internas entre personas designadas por el presidente y La Campora en la Secretaría de Energía, paralizando todo sin que se pudieran tomar decisiones de fondo.

Luego de tres años, llegó al cargo máximo del área Flavia Royón, una ingeniera que venía de desempeñarse al frente de la Secretaría de Energía de su provincia, Salta, lo que supuso un aire de sentido común en medio del delirio kirchnerista que dominaba la política energética de la actual gestión, que sólo buscó pulverizar lo logrado durante el gobierno de Mauricio Macri.

En un encuentro sobre la temática energética la actual secretaria dio a conocer el escenario que se espera para los próximos años: «En 2024 el balance energético estará entre 8 y 12 mil millones de dólares de balanza positivo». Lo dijo en el marco de Experiencia Idea Energía 2023 que se llevó a cabo en la ciudad de Neuquén. Es de hacer notar que, si no se hubiera dado de baja el pliego —ya formulado y listo para llamar a licitación en 2019— no sólo este balance positivo ya hubiera impactado en la cuentas públicas de nuestro país, sino que el Estado tendría recursos propios para enfrentar la crisis de divisas que hoy pone a la Argentina en la actitud de tener que mendigarle a la administración estadounidense.

Al respecto del tema excluyente en matriz energética, que es contar con una matriz limpia, Royón señaló: «Claramente la Argentina tiene una matriz energética relativamente más limpia que las matrices de los países más importantes del mundo. Argentina y los países del sur global no pueden tener la misma responsabilidad, claramente deben ser acompañadas en el financiamiento de aquellos países que más han contribuido en la emisión».

En relación a un tema central hoy para Mar del Plata, el offshore, su postura es clara: «El offshore en Argentina no es algo nuevo ya existe un proyecto exitoso como el que se encuentra en la cuenca Austral hace más de 40 años» . Y agregó: «Es importante poner en valor que el 17% del gas que se consume en Argentina, proviene del offshore. Vega PLÉYADE tiene que ser un orgullo para la Argentina y una prueba de que este tipo de iniciativas tienen un alto impacto en la generación de puestos de trabajo».

Pero no todo es gas y petróleo, en un mundo que converge —en particular, en Europa— a la movilidad eléctrica, el litio es clave. En ese sentido, Rayón reveló que «El litio hoy no es una potencialidad, sino también una realidad. Gracias a políticas continuas a nivel nacional y provincial el litio está teniendo un desarrollo mucho más rápido. Hoy la Argentina tiene la ampliación de dos proyectos y están en construcción otros seis. Provincias como Jujuy, Salta, Catamarca se encuentran con índices de desocupación más bajos de los últimos años. En materia de inversión extranjera, el litio es lo que está movilizando».

La mesa está servida, ¿sabremos hacer lo correcto para salir de esta decadencia agobiante? Es el gran desafío del presente.