El ex legislador analizó varios temas en la 99.9 entre ellos las repercusiones del caso Santiago Maldonado, pero además la actuación de la justicia: “el problema es mucho más agudo de lo que estamos viendo”, agregó.
Los casos de corrupción que la justicia ha movilizado en las últimas semanas, propone un debate serio sobre el accionar de los jueces y de todo el sistema judicial en general. El ex legislador Alberto Fernández se refirió al tema en la 99.9.
Primero destacó que mientras fue Jefe de Gabinete se encargó de denunciar a quienes cometieron actos de corrupción: “cuando había estado en el gobierno y había detectado casos de presunta corrupción había actuado inmediatamente pidiendo las renuncias. Mientras fui Jefe de Gabinete hubo 3 casos de corrupción, uno fue Skanska el otro la valija de Antonini Wilson y el tercero fue el de Felisa Micheli, en todos pedí la renuncia a los implicados. Dos de los hechos que denuncié sucedieron dentro del Ministerio de De Vido”.
Por otro lado, señaló que actuaba con la aprobación del por entonces presidente Néstor Kirchner: “siempre avaló las posiciones mías, ahora parece que Argentina enloquece de repente. La mayoría de los casos que están investigando ahora son ocurridos entre 2009 y 2015 donde yo estaba fuera del gobierno ya”.
En comparación, entonces, pareciera que durante el gobierno de Cristina Fernández, las cosas fueron distintas. Desde su punto de vista: “sobre el final del gobierno de Cristina hubo un relajamiento de la gestión y se habilitó a mucha gente que no fue la mejor como los casos López y Boudou, personas que tuvieron mucho poder de decisión y evidentemente no fueron buenas elecciones”.
En su condición de abogado, Fernández analizó el accionar de la justicia y las medidas que han tomado para justificar las detenciones de los imputados que pudieran entorpecer las investigaciones: “la justicia en su momento actuó con mucha pasividad y ahora parece enloquecida. La jurisprudencia que acuñó el fuero federal es realmente preocupante por lo que técnicamente significa. Desde Alfonsín en adelante se trabajó para que todo el mundo debería estar libre hasta que no se demuestre su culpabilidad. Ahora sacaron una resolución de la jurisprudencia con el caso Milagros Sala donde si hay sospecha de que alguien puede entorpecer la justicia o escaparse, lo puede meter preso. Eso es muy dañino”, advirtió.
De todos modos, señaló que el análisis debe ir un poco más allá: “el problema de la justicia es mucho más agudo de lo que estamos viendo. No se trata de jueces solamente como con Boudou o De Vido. Nos concentramos más en el fuero federal porque tiene causas más importantes, pero es terrible lo que pasa en otros fueros”.
Mientras se analiza una reforma en la manera de elegir los Consejeros de la Magistratura y en consecuencia, los puestos más importantes de la justicia, opinó que “estoy absolutamente en contra de que se democratice la justicia y no quiero que a los consejeros se elijan popularmente, es un disparate. No tiene que ver con la crítica del presente, es algo de lo que hablo hace años”, recordó.
Por último, sentó postura respecto del Caso Maldonado y dejó en claro que si se hubieran hecho las cosas bien, el gobierno podría haber salido muy bien parado: “tengo claro que no fue el gobierno. El único perjudicado con lo de Maldonado era el gobierno y lo único que si le reclamo es como actuó con Gendarmería, fue un error. Si hubiera separado a Gendarmería y dejaba investigar, hoy estarían todos los gendarmes respuestos en su cargo, se hubiera sacado un 10”, sentenció.