Una coalición bipartidista liderada por el alcalde de Nueva York promueve una campaña de acción nacional para exigir que el Congreso vote medidas para mejorar el control de las armas.
Una coalición bipartidista de más de 900 alcaldes de Estados Unidos promueve desde hoy una campaña de acción nacional para exigir que, tras su receso de dos semanas, el Congreso vote medidas para mejorar el control de las armas.
La coalición, liderada por los alcaldes de Nueva York, Michael Bloomberg, y de Boston, Thomas Menino, busca movilizar a la opinión pública para que se restablezca una ley federal que prohíbe las armas de asalto y otras medidas para frenar la violencia generada por las armas.
“Hemos estado luchando desde 2007 para conseguir un voto. Con seguridad vamos a tener ese voto sobre las armas de asalto y vamos a tener un voto sobre la revisión de antecedentes (para compradores)”, dijo Bloomberg en entrevista difundida hoy por la cadena televisiva NBC.
“Ya tenemos el plan, ahora vamos a tener el voto”, afirmó Bloomberg, al insistir en que tanto él como el público tienen “responsabilidades” para reforzar la seguridad en este país.
La coalición colgó en su página web los anuncios de su campaña de 12 millones de dólares, dirigidos a los senadores en 13 estados clave en el debate, incluidos Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Iowa, Nuevo Hampshire, Nevada, Ohio y Pensilvania, según explicó hoy a Efe Erika Soto Lamb, portavoz de la coalición “Alcaldes contra las Armas Ilegales”.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prevé realizar una gira nacional para abogar por las restricciones a las armas, incluyendo la prohibición de los rifles de alto calibre.
“Puedo confirmar que el presidente Obama estará viajando por el país para discutir este asunto, aunque no tengo detalles sobre fechas o lugares“, dijo a Efe un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.
La masacre de 20 niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown (Connecticut), el pasado 14 de diciembre, ha servido de detonante del intenso debate sobre las armas.
El autor de la masacre, Adam Lanza, utilizó un rifle de asalto AR-15 contra sus víctimas, después de matar a su madre en el apartamento que compartían y antes de quitarse la vida.
Aunque ninguna ley revertirá esa tragedia, el Congreso puede ayudar a reducir la violencia de las armas, que a diario se cobra la vida de 33 personas en Estados Unidos, según los activistas.
La coalición apoya un programa nacional para la revisión de antecedentes de todo comprador de armas; una prohibición de las armas de asalto y cargadores largos; convertir en delito federal el tráfico de armas, y fuertes multas para quienes sirven de “compradores intermediarios” en ese negocio ilícito.
Los anuncios del grupo sirven de antesala a más de un centenar de eventos a favor del control de armas, en el marco del “Día Nacional para Exigir Acción” el próximo jueves.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, se ha comprometido a someter a voto, cuando el Congreso reanude sus labores, una medida “básica” para la revisión de antecedentes de los compradores de armas.
Conocido por su cautela, Reid dejó claro que se votará por separado, como una enmienda, la prohibición de las armas de asalto, promulgada en 1994 por el entonces presidente Bill Clinton y que caducó en 2004.
Por su parte, la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha venido realizando una campaña de presión en contra de las restricciones y en defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución, que consagra el derecho a la tenencia de armas.
En el programa de NBC, Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo de NRA, tachó hoy de “deshonesta” la propuesta de revisar antecedentes porque, a su juicio, “los criminales no serán revisados”, el programa se prestaría a abusos y los verdaderos perdedores serán quienes cumplen con las leyes.