Aldo Carnevale: “No detener a mi defendido, es evidencia de legítima defensa”

El abogado que defiende al joven que disparó contra el delincuente que quería asaltar a su padre terminando con su vida, explicó en la 99.9 algunos detalles de la causa y desmintió que se esté trabajando en una acusación contra su defendido de “exceso en la legítima defensa”.

El tiroteo en el Barrio Chauvín que terminó con la vida del criminal Juan Gabriel Gómez de 37 años ha sido un hecho que generó controversia y diferentes opiniones.

Hubo publicaciones en los medios incluso donde se advertía que el hijo de la persona asaltada que efectuó los disparos para defender a su padre podría ser acusado por la fiscalía como “exceso de legítima defensa”. El abogado que representa al joven que defendió a su padre es Aldo Carnevale que habló en la 99.9 sobre la decisión de tomar este caso luego de retirarse como juez.

“Me jubilé hace un año y tenía ganas de volver a ejercer en casos donde pudiera dar un mano. Tengo una relación con el papá de la víctima y su hijo que es el que resulta imputado”, dijo primeramente.

A pesar de lo explicado, no hay indicio alguno para pensar que podría acusar a quien disparó con esa carátula: “estuve leyendo la causa, hice un intercambio leve con el fiscal por el momento en el que está la investigación. No encuentro que las versiones que dice la prensa sobre el exceso de legítima defensa, salgan de la fiscalía. Está obligado a investigar el hecho y se hace como un homicidio por el uso de arma, más allá del robo. Considero de tomar una actitud de no detenerlo, evidenciaba la demostración de la legítima defensa”.

La explicación es que se lo podría acusar porque “efectuó muchos disparos”, pero el abogado señaló que al ver las imágenes “uno se da cuenta que no está siendo una acción fría y calculada. No se puede medir cuantos disparos es lo justo o cuando había pasado el peligro. Hasta último momento, el delincuente tuvo un arma de grueso calibre en la mano. Él se jugó la vida por el padre”.

Para tomar este tipo de decisiones, no se puede pensar que las personas actúan con cierto desapego de sus emociones al ver que a su padre lo quieren robar y lo tiran al piso: “la autopsia dice que nunca dejó de girar el ladrón por lo que nunca se midió cuando había terminado el peligro. La adrenalina del momento hay que tenerla en cuenta”.

Por otro lado, apuntó hacia otro aspecto particular del ilícito que querían llevar adelante los delincuentes: “el auto de los asaltantes no es de los que se roban habitualmente. No es el que acostumbran a usar los ladrones, estaban en un Audi que es fácilmente detectable. No encontraron pedido de secuestro del vehículo y lo destruyeron casi completamente. Hay gente que no es del palo y le pasan un dato, entonces se asocia con personas que cometan el delito”, ejemplificó el ex magistrado.