El fotógrafo marplatense radicado en La Paz y que protagonizó el incidente con el periodista Rolando Graña dio su versión de los hechos en la 99.9: “el camarógrafo me escupió a mí y me dice “boliviano de mierda, tomatela”. Eso lo cortaron y ahí fue cuando le empujé la cámara, no lo toqué nunca”, comentó.
La cobertura de Rolando Graña sobre lo que está sucediendo en Bolivia terminó con un lamentable episodio que hoy se refleja como un ataque y coloca al periodista en el papel de víctima de violentos. Sin embargo, la historia tiene dos partes.
El “agresor” que se señala en el video es el fotógrafo marplatense radicado en Bolivia, Alexis Demarco que habló en la 99.9 sobre los hechos sucedidos. La vida lo llevó a casarse con una mujer de La Paz y eligió radicarse allí hace 4 años donde trabaja para la Agencia PG.
“Estabamos realizando la cobertura de los enfrentamientos y el camarógrafo del Sr. Graña empezó con una soberbia importante a molestar nuestro trabajo con empujones diciendo que era argentino, con la típica soberbia porteña. Gracias a eso una chica de Bolivia nos increpa diciendo que digamos la verdad y le expliqué que era argentino pero vivo aquí”, reflejó primeramente.
Después empezó el conflicto con mayor intensidad: “ahí fue cuando increpó a Graña diciéndole que no inventen porque estaban armando falsos heridos, le pedían a la gente que se tire al piso para mostrar falsos heridos. Graña le empieza a decir basura a la chica y el camarógrafo le tira una patada a la pareja de la chica. Ahí no me pude aguantar la situación y lo encaré. El camarógrafo me escupió a mí y me dice “boliviano de mierda, tomatela”. Eso lo cortaron y ahí fue cuando le empujé la cámara, no lo toqué nunca. Estaban atacando a la gente porque la chica era opositora a Evo y pidió que diga la verdad”, explicó.
Los hechos fueron deformados con el único objetivo que perseguían hasta que lograron su cometido: “salieron a victimizarse, me dijeron que era golpista, que me llamaba Antonio y que era un fotógrafo paramilitar de la FARC. Cuestiones que no podíamos entender aquí en Bolivia. Les mandé un correo a los de A24 para presentar un descargo y nunca me lo han contestado porque se les cae la mentira. Graña dijo que los estábamos fotografiando y los seguimos 4 cuadras cuando entre el primer y el segundo incidente hubo una cuadra de diferencia. Han venido a generar más caos del que existe. Han provocado a todos los que están en contra de Evo Morales para indicar que la oposición al ex Presidente es violenta, cuando no lo es”.
Mientras todo esto sucedía, la situación ya había tomado ribetes muy violentos en Bolivia y estar trabajando en las calles representa un verdadero riesgo. Desde su punto de vista, el pedido de renuncia de las Fuerzas Armadas para el presidente Morales tenía una intención de paz: “el ex Comandante siempre fue un aliado de Evo Morales por lo que nos había sorprendido que le haya pedido la renuncia. Creo que fue por pacificar el país, porque estaba todo muy convulsionado. En este momento, los militares están patrullando pero no participan de ningún tipo de represión sino de custodia. La policía está rebasada por la cantidad de personas violentas que están atacando casas, incendiandolas e incluso también institución. Están buscando personas de medios de comunicación para incendiarles sus hogares”.
En lo personal, tuvieron atentados increíbles: “para que tengan una idea del riesgo que corrremos, a unos compañeros y a mí por estar haciendo imágenes una noche nos tiraron con dinamita a los pies. Nos salvamos porque tuvimos suerte”, finalizó.