Allanaron al juez Melazo

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Por una denuncia del fiscal de San Isidro, Luis Angelini, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó ayer registrar el despacho del magistrado platense, quien, ofuscado por la medida, intimidó con amenazas a una periodista de Hoy. Registraron a Falbo y al fiscal Mariano Sibuet

Ya no quedan dudas: para la Justicia Federal hubo una sospechosa demora para avanzar sobre la firme presunción de que el arma secuestrada en enero pasado en la casa del puntero político K de Quilmes, Marcelo Mallo, era la que asesinó a los dos ciudadanos colombianos en el Unicenter de Martínez en julio de 2008, con lo cual se protegió a la mafia narco.

Por eso, la jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó ayer a efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que allanen el despacho del juez platense César Melazo, titular del Juzgado de Garantías Nº 2.

Ese procedimiento se extendió durante casi seis horas, y cuando transcurría el registro, Melazo hizo declaraciones agraviantes hacia periodistas del diario Hoy y la Red 92 que estaban realizando la cobertura, intentando imponer cómo se debía informar, bajo amenazas de iniciar acciones legales.

Pero eso no fue todo ya que, poco tiempo después de retirarse de su oficina, el polémico magistrado increpó en la cara a la periodista Marina Malagamba, del diario Hoy. “Te quedó claro lo que dije”, enunció en tono prepotente y agresivo, en un claro ataque a la libertad de expresión y el derecho a informar y ser informados que tiene la ciudadanía.

El operativo se llevó a cabo en el tercer piso del edificio de Tribunales, en calle 8 entre 56 y 57, cuando tres agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, dos hombres y una mujer y gente de la fiscalía federal arribaron al lugar. Llegaron alrededor de las 8.30, e ingresaron por la puerta del costado (calle 56 entre 7 y 8), bajaron al primer subsuelo y tomaron como testigo a uno de los empleados de mantenimiento.

Luego de unas seis horas los policías y funcionarios judiciales se fueron con documentación en su poder. Los procedimientos fueron consecuencia de la denuncia que el fiscal de San Isidro Luis Angelini -que investigó el doble crimen de Unicenter- hizo contra su colega de Brandsen, Mariano Sibuet por la demora en informar sobre el resultado de los peritajes del arma secuestrada a Mallo, el 3 de enero, que era vital para avanzar en la causa de la ejecución de los colombianos en el estacionamiento del shopping.

Sibuet y Falbo, en la mira

Pero además de allanar el despacho de Melazo, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado ordenó secuestrar documentación de la Procuración General de la Provincia, cuya titular es María del Carmen Falbo y de la fiscalía de Brandsen de Sibuet, el que fue secretario de Falbo.

Sin dudas ayer se escribió un nuevo capítulo de la polémica abierta tras la fuga del puntero kirchnerista y líder de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo, y su compañero Leandro Ghiso, luego de que se hiciera público que una pistola secuestrada al barrabrava en enero durante la búsqueda de los evadidos hermanos Lanatta y Víctor Schillaci había sido usada en la ejecución de dos sicarios colombianos en el shopping Unicenter, de Martínez.

El meollo del debate está dado en que tanto Sibuet como Melazo habrían escondido pruebas que comprometían a Mallo, las que son de suma relevancia para el magistrado de San Isidro, Angelini.

La política metida hasta la médula en el poder judicial y la protección a carteles narcos son dos cuestiones que quedaron a flor de piel en este conflicto.

Mientras tanto, Mallo continúa prófugo a pesar de que se pidió su captura internacional.

Solidaridad con la periodista intimidada

La periodista Marina Malagamba del diario Hoy, quien fue increpada ayer por el juez César Melazo en términos descomedidos y claramente lesivos al libre ejercicio de su labor, recibió la solidaridad del Sindicato de Prensa. “Solidaridad con la compañera ante este atropello, que es aún más grave por cuanto proviene de un funcionario que debe impartir justicia”, dice una de las frases del comunicado del gremio bonaerense.

“Los trabajadores de prensa no juzgamos, ni condenamos, ni liberamos, ni allanamos, porque no somos parte de la noticia, sino que nuestro labor y deber para con la comunidad es informar, pero al parecer subsisten mentalidades retrógradas que pretenden imponer su particular y discutible criterio de cómo debe trabajar la prensa”, se indicó desde el sindicato.