El director de ¡Será Venganza! habló en la 99.9 sobre la prohibición de proyectar su trabajo en la Feria del Libro y destacó como llegó a hacer un documental acerca de los juicios de lesa humanidad: “a medida que comencé a investigar me dio miedo de lo que nos puede pasar a nosotros como ciudadanos comunes”, contó.
El documental ¡Será Venganza! tomó notoriedad absoluta ya que no le permitieron a su director exponerlo en la Feria del Libro sabiendo que aborda un tema sensible: el desarrollo de los juicios de lesa humanidad y la manera en la que se mezcló en ellos a personas que no habían tenido que ver con esa etapa negra de la historia argentina.
El realizador, Andrés Paternostro, comentó en la 99.9 los orígenes de este trabajo: “me contactó la gente del Centro de Estudios Salta cuando yo estaba con la idea de hacer otro tipo de documental relacionado con el rol de los conscriptos. Ellos me propusieron hacer un documental sobre este tema, del cuál no sabía mucho. En mi ingenuidad, me parecía que era una barbaridad pero tenía mis reservas porque no tenía intenciones de defender a quien había cometido actos terribles. La persona que me contactó me dijo que pensaba lo mismo, pero aún el peor era merecedor de un juicio justo…eso me hizo un click”.
Ahí tomó la decisión de avanzar sin saber tampoco con las cosas con las que se encontraría: “a medida que fui investigando y me iba enterando las barbaridades y atrocidades, me dio miedo de lo que nos puede pasar a nosotros como ciudadanos comunes. Nunca pensé en toda esta repercusión pero no hay mal que por bien no venga”, dijo sobre la notoriedad que ha tomado el documental.
Existen dos versiones, una extendida de una hora y media y para eventos como justamente la Feria del Libro, se realizó un documental más corto, de 45 minutos que además se puede ver por YouTube: “en la versión larga hay relatos de familiares que cuentan los padecimientos de sus parientes. Todos los casos fueron terribles, pero está el de Jaime Smart que está en prisión con 82 años y tiene la domiciliaria pero no se la dan. El caso con final feliz de Julio Poch, un aviador de combate de la marina que se retiró en el 81 y mediante unos artilugios con España y Holanda lo detuvieron en su último vuelo de aerolínea comercial. Vino al país sabiendo de su inocencia acusado de ser piloto de los vuelos de la muerte y estuvo 5 años presos”, citó como ejemplos.
Los juicios de lesa humanidad estuvieron viciados de muchas irregularidades que trató de poner en pantalla para conocer toda la verdad y sin cámaras ocultas, como él mismo destacó, sino que siempre estuvo todo a la luz en el desarrollo de los juicios: “nunca se hace ningún tipo de apología, no pide la libertad, ni nada que no esté de acuerdo a derecho. Lo que hace el documental es contar como se llevó a cabo todo y lo que incluso está sucediendo ahora”, finalizó.