La preparación para la cita máxima del deporte mundial es un largo camino de cuatro años que los atletas deben transitar. En un ciclo olímpico programado, se puede decir que, a 1000 días de Río 2016, comenzó la cuenta regresiva.
Río de Janeiro marcó los 1.000 días que faltan para los Juegos Olímpicos de 2016, con una explosión de dinamita en la entrada de un túnel de una vía que conectará el centro de la ciudad con las zonas donde se disputarán las competencias. El jefe del Comité Organizador de Río 2016, Carlos Nuzman, y el gobernador del Estado, Sergio Cabral, presionaron el botón para detonar los explosivos que abren el camino a esta vía de 23 kilómetros
Los organizadores dijeron que el objetivo principal del primer Juego en Sudamérica es dar a la ciudad una infraestructura duradera, así como un legado deportivo.”Esta construcción tiene una importancia histórica y fundamental para proveer legado al pueblo“, aseguró Nuzman.
Además, a mil días, Sidney Levy, director ejecutivo de los Juegos de Río, dio a conocer los íconos con los pictogramas que identificarán a cada deporte olímpico y paralímpico. Los pictogramas muestran líneas curvas y fluidas que representan cada deporte y las curvas naturales de las colinas y playas de Río.
Pero Brasil tiene que lidiar con las manifestaciones en contra debido a que ha sido sacudido por protestas en los últimos meses. Entre otros reclamos, apuntan que los enormes gastos en la organización del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos -estimados en unos 30.000 millones de dólares- debían ser destinados a obras sociales.
A estos grandes acontecimientos deportivos también los rodea la preocupación sobre las metas que Brasil debe cumplir en infraestructura. Equipos del Comité Olímpico Internacional (COI) han hecho ya cinco visitas a Río, reconociendo que hay progreso en las obras. Nuzman comentó el jueves que estaba “absolutamente seguro de que todos los proyectos de construcción serán entregados en los plazos esperados“. El jefe del COI, Thomas Bach, confirmó que Río ya ha avanzado un largo camino y que es optimista con el papel de la ciudad como anfitriona. “Mil días faltan para que empiecen los Juegos Olímpicos de Río, y jóvenes atletas en Brasil y el mundo están soñando con ser parte de esta gran celebración deportiva“, añadió.
Los Juegos Olímpicos del 2016 se celebrarán entre el 5 y el 21 de agosto de en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. De manera conjunta, se organizarán en dicha ciudad los XV Juegos Paralímpicos, a realizarse entre el 7 y el 18 de septiembre del mismo año.
La candidatura de Río de Janeiro propuso la realización de casi la totalidad de los eventos deportivos dentro del área urbana, concentrándose en cuatro zonas: Maracaná, Barra da Tijuca, Deodoro y Copacabana. La única excepción serán los eventos de fútbol, que se repartirán en San Pablo, Salvador de Bahía, Belo Horizonte y la capital, Brasilia. Todas estas ciudades serán, además, sedes del Mundial 2014, el cual será el principal examen para la infraestructura brasileña, no solo deportiva sino también logística, hotelera, de seguridad y de transportes.
El estadio olímpico donde se realizarán las ceremonias de apertura y clausura será el Maracaná, uno de los más grandes del mundo, que será restaurado para albergar la Copa Mundial de Fútbol. El Maracaná será, además, sede de las finales del torneo de fútbol; pero no tendrá las competiciones de atletismo, que se realizarán en el Estadio João Havelange. Será, así, la primera ocasión en que el atletismo no se realice en el recinto donde se inaugurarán y se clausurarán los Juegos. En los alrededores del Maracaná estarán también los eventos del voleibol, en el Gimnasio de Maracanazinho.
El sector de Barra de Tijuca albergará no solo de diversos deportes sino que además concentrará la villa olímpica y los centros de prensa, difusión y transmisiones. En esta zona se encuentran varios recintos deportivos creados para los Juegos Panamericanos de 2007: la Ciudad de los Deportes, antigua sede del Autódromo Internacional Nelson Piquet, escenario del campeonato del Mundo de Fórmula 1 en la década de los ‘80 y el Gran Premio de Brasil en diez ocasiones; y el Parque Acuático María Lenk, donde se desarrollaran los deportes acuáticos.
En los alrededores de Barra tendrán lugar los deportes de piragüismo y remo, en el lago Rodrigo de Freitas, siendo la primera vez que estas disciplinas se harán en un contexto urbano. En las inmediaciones de Barra de Tijuca, también, se encuentra Riocentro, otra de las sedes propuestas en cuyos recintos se disputarán competencias de los deportes de bádminton, boxeo, halterofilia y lucha. Ya está confirmado que cuatro de sus seis pabellones estarán destinados a estas competencias olímpicas.
Algunos deportes ocuparán lugares emblemáticos de Río: el vóley playa tendrá su sede en las playas de Copacabana, uno de los orígenes de ese deporte, mientras que el típico escenario del Sambódromo albergará la maratón y la marcha atlética.
A pesar de que Brasil tiene por delante el enorme desafío de organizar el Mundial de fútbol el año próximo, a mil días de Río 2016 las autoridades saben que no puede haber descanso en la vorágine de poner en pie una sede olímpica para mostrar a los ojos del mundo.