El vecino Ariel Marcos, integrante de la comunidad gitana en Mar del Plata, se refirió en la 99.9 al accionar del juez Inchausti en la denominada causa “Lavado Total” donde lo metieron preso sin tener ninguna prueba. “Me acusaron de estar en una banda de gente que no conozco y me tuvieron dos meses en Devoto. Ahora no me quieren devolver los autos que me secuestraron”; relató.
Los abusos del juez Santiago Inchausti se siguen acumulando. En la 99.9 uno de los integrantes de la comunidad gitana, Ariel Marcos brindó su testimonio sobre lo que fue en su momento el operativo que en su momento se denominó “Lavado Total”.
“El 9 de septiembre de 2016 a las 7 de la mañana un montón de policías reventó el portón de mi casa, luego ¿la puerta y nos tiran todos al piso. Revolvieron toda la casa y no nos dicen cuál es el problema”, dijo. Luego abundó: “yo sufro de presión y me descompensé, ahí le dijeron a mi señora que era por el caso de un tal Mariscal y un Coco Esteban que son de la comunidad gitana. Estaban buscando autos vinculados a ellos. No encontraron nada y lo único que tenía en mi casa era una escopeta que era de mi abuelo y la había guardado como recuerdo pero no teníamos papeles”.
Procedieron entonces al secuestro de algunos autos con la ayuda del propio Marcos: “secuestraron autos y en algunos casos los ayudé a llevarlos porque no arrancaban. Me fui con la policía tranquilo porque me dijeron que me llevaban para declarar y en media hora me dejaban. Doce días me dejaron adentro de la comisaría y el abogado Martín Ferrá pidió la excarcelación. Se la negaron porque yo tenía una escopeta”.
Su injusta detención no terminó allí porque prosiguió con el traslado a un penal: “después me mandaron a Buenos Aires encadenado acusado de estar en una banda donde no conozco a ninguna persona. Estuve siete días durmiendo en el piso de la comisaría 28 y después me trasladaron a Devoto donde estuve dos meses. No tengo antecedentes penales y nunca estuve preso”, aclaró.
Ahora que nuevamente recuperó la libertad porque no tenía nada que ver con esa supuesta banda, reclama por los autos que le sustrajeron sin obtener respuesta: “para mí lo que ellos querían eran los vehículos que ahora los tienen ahí pudriendose. Tengo una nena con discapacidad y usaba un BMW 2007 para llevar a mi hija al Garrahan pero ahora no tengo como llevarla. El auto ahora no aparece, se lo pedimos al juzgado y no saben donde está el auto. Ayer nos indican que el vehículo fue chocado generandole un daño muy grave y nadie sabe quien se hará cargo”, comentó.
El accionar de Inchausti sigue extendiendose con consecuencias cada vez más graves para ciudadanos comunes y que luego se comprueba que no tienen vinculación alguna con los delitos de los cuáles son acusados. “Me siento abusado, sin tener nada que ver con esto, he tenido que atravesar todo esto simplemente por ser gitano”, concluyó.