Decenas de menores arrodillados ante la policía, con las manos en la nuca o incluso esposados de cara a un muro. Esto ha ocurrido en Francia, en la localidad de Mantes-la-Jolie, donde 146 jóvenes fueron detenidos en el marco de las protestas estudiantiles contra la reforma del acceso a la universidad.
Esta imagen se suma a otras muchas que están inflamando las redes sociales y el discurso contra el Gobierno de Emmanuel Macron. La policía argumenta que entre los manifestantes había gente armada y que tuvieron que actuar con contundencia para controlar la situación.
Sin embargo, muchas voces consideran abusivo y humillante el trato dado a estos chicos, la mayoría menores de entre entre 14 y 18 años.
Los estudiantes franceses se echaron a la calle esta semana al calor de la crisis de los chalecos amarillos. El jueves, día de movilización general, los bloqueos afectaron a 300 liceos, 700 jóvenes fueron detenidos.
El ejecutivo denuncia la ‘violencia extrema’ de los estudiantes y teme que sus protestas converjan con las otras que agitan el país.
El portavoz de la Policía Nacional Jérôme Bonet dijo en el canal de televisión francés LCI que estos arrestos, a pesar de las impactantes imágenes, son normales. “Las imágenes que vemos muestran la gestión de más de 150 personas detenidas y no tenemos 150 pares de esposas para detenerlas inmediatamente”, dijo, además de explicar que ponerlos de rodillas y con las manos sobre la cabeza permite controlarlos hasta que “se distribuyan entre las distintas comisarías”.
Todo esto mientra Francia se prepara para un nuevo sábado de movilización amarilla, con cerca de 90.000 policías movilizados en todo el país, 8000 de ellos en París, por miedo a que se reproduzcan las escenas de guerra urbana de la semana pasada.