Un grupo de gendarmes la esperaba en un campo de San Antonio de Areco; le dispararon cuando escapó en vuelo.
Once meses atrás la Gendarmería había comenzado a investigar a una organización internacional que traficaba marihuana a través del río Paraguay desde Puerto Pilar, en el país vecino, hacia Colonia Cano, en Formosa, y desde allí a al menos cinco provincias. Hace dos semanas que tenían el dato de que el viaje de una aeronave “contaminada” era inminente. Tres días se apostaron los gendarmes, ocultos con sus uniformes de combate entre el verde de la soja, en el campo El Grial, de San Antonio de Areco. Allí esperaban el descenso, y así ocurrió.
El domingo a la tarde, cuando ya estaban en tierra los 16 bultos y comenzaban a repostar de combustible la avioneta, los efectivos se levantaron y corrieron. Los seis hombres que estaban en tierra junto a los 548 ladrillos de marihuana se entregaron sin lucha. El piloto, en cambio, “le dio mecha” al motor de su Pipper Apache; aunque le acertaron dos tiros desde tierra, logró despegar. Pero sin gasolina el vuelo, se sabía, fue corto: el avión, de matrícula uruguaya y “viejo conocido” de las fuerzas de seguridad por operaciones clandestinas, aterrizó de emergencia en otro campo, en el cercano San Andrés de Giles.
El piloto, brasileño, aprovechó la bonhomía de los lugareños; dijo que se había accidentado y consiguió que le llamaran un remise, en el que escapó justo antes de que la Policía Rural bonaerense llegara. Zafó, al menos por ahora, del destino de otros seis cómplices (cinco paraguayos y un argentino) detenidos en Areco con 450 kilos de cannabis.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y su par bonaerense, Cristian Ritondo, se juntaron ayer a la tarde para presentar el exitoso resultado de la Operación Fantasma, bautizada así porque de esa forma se conocía al Pipper matrícula CX-BDR. No faltaron el jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero, ni el de la bonaerense, Fabián Perroni.
Calificadas fuentes de la investigación confiaron a LA NACION que desde el año pasado se investigaba la actividad de una banda que vendía droga “al por mayor” desde Paraguay y que la transportaba con logística diversa. Una de las modalidades era, justamente, mediante avionetas que salían de la localidad de Lucio V. Mansilla, en Formosa. Hubo escuchas y tareas de campo en las que participó la policía de Chaco. Dos semanas atrás se captó una conversación que revelaba un inminente vuelo con destino a un campo en la localidad de Duggan, a 19 km de San Antonio de Areco.
Con orden escrita del juez federal de Formosa Juan Carlos Vallejos, efectivos de la Agrupación VI Formosa, la Región II Rosario y de las direcciones de Inteligencia Criminal y de Drogas de la Gendarmería montaron el operativo encubierto.
Luego de que el radar de la Fuerza Aérea en Morón les confirmara el TAI (tráfico aéreo ilegal) y marcara la trayectoria de vuelo, se confirmó el descenso de la aeronave en la “pista natural”, un campo de soja de 2300 metros de largo por mil de ancho. Cuerpo a tierra entre la soja, los gendarmes esperaron a que toda la carga fuese estibada. Cuando vieron que ya había comenzado la recarga de combustible, actuaron.
Advirtieron que sólo habían logrado echarle a la avioneta 3/4 de un bidón de 20 litros de gasolina. Los narcos en tierra fueron detenidos. El piloto voló, pero no tenía autonomía para más de 20 minutos. “Hicimos unos disparos para neutralizarlo, que dieron en el motor y en el tanque de combustible de la aeronave; sabíamos que no llegaría lejos, y así fue: hizo 32 kilómetros”, explicó a LA NACION un jefe del operativo.
Droga para cinco provincias
Formosa
Según la investigación, la banda distribuía desde la localidad de Lucio V. Mansilla la droga que recibía desde territorio guaraní a través del río Paraguay
Gran Buenos Aires
Era el destino final de los 450 kilos de droga secuestrados el domingo. La misma banda enviaba cargamentos a Chaco, Corrientes, Rosario, Mendoza y Buenos Aires
458
“Ladrillos”
Es lo que contenían los 16 bultos que eran trasladados en la avioneta Pipper Apache que descendió en San Antonio de Areco. Eran, en total, 540,867 kilos de Cannabis sativa