La argentina radicada en España y creadora de la editorial Tres Tristes Tigres, habló en la 99.9 de paso por la Feria del Libro en Buenos Aires: “puede que el mercado sea más chico y conviva con otros formatos, pero el libro siempre sobrevive”, indicó.
Los argentinos siempre son capaces de desarrollarse, incluso fuera del país donde son múltiples los casos de emprendimientos que se vuelven exitosos. Bárbara Centorbi Rojo creó en España junto a su pareja Guillermo Pérez Aguilar la editorial infantil Tres Tristes Tigres y ahora, como invitada a la Feria del Libro, habló en la 99.9: “me fui a España en 2001, había estado en 1996 unos seis meses y luego empecé a quedarme cada vez más tiempo hasta que en 2001 llegué a darme cuenta que me iba a quedar allí”, contó sobre su relación con el país europeo.
La idea de generar un proyecto juntos surgió apenas un tiempo después: “la editorial surgió con mi pareja y en principio con una tercera amiga argentina que ilustraba. Ella se fue a Galicia y nosotros decidimos seguir con la empresa, pero cambiamos a la edición de cuentos. Desde entonces, de 2003, no hemos parado”. El éxito ha llevado a que hoy se presente en la Feria del Libro con una realidad distinta: “es una satisfacción estar en Buenos Aires presentando nuestro trabajo. El crecimiento de la editorial fue lento, pero no tuvimos pausa, nos empezamos a desarrollar con la venta de derechos y tenemos presencia en México, Chile y Argentina a través de importación. Lo que estamos haciendo en la feria es presentar el catálogo porque tenemos nuestro distribuidor argentino”.
También pensaron en la expansión y crearon una editorial apuntada a otro tipo de público, pero como una continuidad de lo anterior: “hemos abierto una segunda editorial con un perfil juvenil y adulto para ampliar el abanico y no tener sólo trabajos dedicados a lo infantil”.
La lucha de la tecnología con los tradicionales libros, nunca cesará pero para Bárbara Centorbi siempre prevalecerá el sabor particular de un buen libro: “los consumidores de libros todavía somos muchos en el mundo. Se ha hecho con tanta calidad que pasó a ser un libro-objeto que es lindo tenerlo. Puede que el mercado sea más chico y conviva con otros formatos, pero sobrevive”.