El primer ministro británico confirmó que no se habilitarán las reuniones y afirmó que la mutación del virus “parece transmitirse significativamente más fácil”. Sostuvo que los residentes de esas áreas deberán quedarse en sus casas al menos hasta el 30 de diciembre.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este sábado que Londres y el sureste de Inglaterra volverán a estar confinados a partir de este domingo para intentar controlar una subida de contagios de covid-19, atribuida a una nueva cepa.
“Parece que esta propagación está alimentada por una nueva variante del virus”, que “parece transmitirse significativamente más fácil”, declaró el primer ministro en una rueda de prensa.
“Nada indica que sea más mortífero o que cause una forma más severa de la enfermedad” o que reduzca la eficacia de las vacunas, matizó no obstante.
Los habitantes de la capital y del sureste de Inglaterra, ya sometidos a importantes restricciones, quedarán sujetos a un nuevo nivel de alerta, el cuarto y más elevado. Tendrán que quedarse en casa y los comercios considerados “no esenciales” no podrán abrir.
Los pubs, restaurantes y museos de esas dos áreas están cerrados desde el fin de semana pasado.
Todos los desplazamientos fuera de esa zona, ya sean dentro del territorio nacional o para ir al extranjero, estarán prohibidos.
En las zonas regidas por la alerta máxima no podrán llevarse a cabo reuniones entre miembros de distintos hogares, y en el resto de zonas se tendrán que realizar en un único día.
El director médico de Inglaterra y asesor del gobierno, Chris Whitty, había dicho más temprano que una nueva cepa de coronavirus identificada en el Reino Unido puede propagarse más rápidamente y se está trabajando de urgencia para confirmar que no causa una mayor mortalidad.
“Como se anunció el lunes, el Reino Unido ha identificado una nueva variante del COVID-19 a través de la vigilancia genómica de Salud Pública de Inglaterra”, afirmó Whitty en un comunicado. “Como resultado de la rápida propagación de la nueva variante, los datos preliminares de modelización y el rápido aumento de las tasas de incidencia en el sudeste, el Grupo Asesor sobre Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes (NERVTAG) considera ahora que la nueva cepa puede propagarse más rápidamente”, continúa el comunicado de prensa difundido por Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido.
Whitty señaló que han “alertado a la Organización Mundial de la Salud” y que continúan “analizando los datos disponibles para mejorar nuestra comprensión”.
El texto resalta que “no hay evidencia actual que sugiera que la nueva cepa cause una mayor tasa de mortalidad o que afecte a las vacunas y tratamientos” pero que están “trabajando urgentemente para confirmarlo”.
Frente al descubrimiento de esta nueva cepa de coronavirus, el director médico de Inglaterra aseguró que “es más vital que nunca que el público continúe tomando medidas en su área para reducir la transmisión”.
El pasado lunes, el secretario de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, alertó ante la Cámara de los Comunes que habían identificado “una nueva variante de coronavirus, que puede estar asociada con la propagación más rápida”.
El funcionario advirtió sobre “aumentos exponenciales muy marcados del virus en Londres, Kent, partes de Essex y Hertfordshire”. Las autoridades sanitarias observaron que esta nueva cepa se está reproduciendo principalmente entre los niños.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, solicitó un cierre anticipado de los centros educativos para resguardar la salud de la población en los días previos a la Navidad. A raíz de esto, el gobierno de Johnson decretó el nivel más alto de restricciones ante la pandemia.